Crónica Coatepecana

Materiales arqueológicos en la zona de Mahuixtlán

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Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

Cronista de la ciudad de Coatepec

 

(Última parte)

Uno de los importantes vestigios arqueológicos que se encuentran en la zona de Mahuixtlán, lo es el sitio designado por un servidor con el nombre de “Ateopan, el adoratorio al agua”. Se trata de una serie de grabados en una pequeña pared rocosa al pie de una loma y muy cerca de un nacimiento de agua, entre cafetales y cañales.

Por respeto a éste importante vestigio arqueológico, no referimos su ubicación exacta, a fin de evitar el vandalismo y mayor destrucción del mismo, en razón de que es la única evidencia de este tipo de manifestaciones rupestres en la región. Con base en la configuración geográfico-simbólica del conjunto de grabados, podemos circunscribirlos en el corpus de las maquetas prehispánicas, en cuanto al tipo de motivos registrados como son: pequeños templos, círculos concéntricos (chalchihuites), pocitos, canales, juegos de pelota miniatura, representaciones cefalomorfas y escalinatas, que en el pasado debieron de pausar el descenso de agua cuando brotaba por una fisura en la parte superior.

Los grabados se distribuyen tanto en la pared como en una pequeña banqueta al frente, y fueron delineados toscamente en la superficie rocosa, rasgo que no le resta importancia en cuanto a su carácter simbólico y sobre todo la importancia del monumento en materia arqueológica. Al ser uno de los pocos ejemplos de un espacio donde se debieron de haber llevado a cabo, una serie de rituales y/o probables ofrendas en relación con el culto al agua. Sobre todo si tomamos en cuenta la serie de manchas de óxido en la pared, lo cual denota que en el pasado brotaba el preciado líquido, a través de una fisura que corre horizontalmente en la parte superior del monumento. Escurrimiento de agua que debió de bañar permanentemente, varios de los motivos labrados tanto en la pared como en la angosta banqueta.

Los grabados de templos en la pared, le otorgan un carácter sacralizado al espacio, y permiten deducir la forma de las edificaciones en aquel entonces, en razón de que fueron construidas con materiales perecederos y actualmente sólo podemos observar los pequeños basamentos de tierra, constantemente rebajados por el ir y venir de la maquinaria utilizada para remover la tierra.

En lo concerniente a los pequeños pocitos, canales y juegos de pelota miniatura, por su forma, nos remiten al carácter de receptáculos del preciado líquido vital, y en el caso de los juegos de pelota, a uno de los referentes simbólicos de los cultos que se privilegiaron en el periodo Clásico, sobre todo en relación a la ceremonias desarrolladas por los jugadores de pelota dentro del repertorio de los cultos acuáticos.

Por las particularidades del conjunto de elementos simbólicos que le otorgan un carácter sacralizado al espacio, probablemente se llevaron a cabo en dicho sitio una serie de rituales, a fin de propiciar la llegada oportuna de la temporada de lluvias y por consiguiente el desarrollo óptimo del ciclo agrícola, en razón de que la cosecha les permitiría asegurar el alimento hasta la siguiente temporada de recolección de los frutos y semillas que conformaban su dieta básica.

Referencias:

Ponencia “Ateopan: Un Adoratorio al Agua”, en el marco del VIII Foro Anual Docencia, Investigación, Extensión y Difusión de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, presentada el 2 de diciembre de 1999.

Ponencia “Una Maqueta Prehispánica en la región de Coatepec, Veracruz”, en el marco del Coloquio Internacional: Diálogos Multidisciplinarios en los Estudios de la Gráfica Rupestre”, el cual se llevó a cabo en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana, en Xalapa, Veracruz, el día 7 de abril de 2014.

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