Pedro Peñaloza

Mireles: el castigo como ejemplo

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Por: Pedro Peñaloza

“El enemigo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón”.

Jacinto Benavente

 

1. Prohibido resistir. José Manuel Mireles, otrora cabeza de las autodefensas de Michoacán, fue detenido por los delitos de portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas y de delitos contra la salud. Él arguye, en una diligencia que duró dos horas, que al momento de su detención el viernes 27 de junio no portaba armas de fuego, sino una pierna de pollo, pues se hallaba comiendo en un restaurante de la comunidad La Mira, municipio de Lázaro Cárdenas. La defensa sostiene que las acusaciones son infundadas, que lo maltrataron y que violaron el debido proceso. A su vez, el sacerdote Alejandro Solalinde acusó al Gobierno de solapar la corrupción y la impunidad, al actuar en contra de los que no se callan como es el caso de referencia, y subrayó, «con esto, ¿Quién sigue, sigo yo o quién? porque no nos vamos a callar» (La Jornada, 2/julio/14)

2. ¿Pacificar o someter? La fórmula usada en Michoacán tiene como sustrato ejercer una lógica centralista para obtener dividendos políticos. El colocar a un representante del Gobierno federal con poderes metaconstitucionales, como lo es Alfredo Castillo, implica la desaparición real de los poderes locales y asumir desde Los Pinos el poder de dicha entidad. Esta ecuación se basa en la utilización de todos los recursos posibles de la Federación para aplastar y pactar con quienes se sometan a los dictados del pequeño Virrey. No es casual el ostentoso desplazamiento del Ejército, con 7 mil efectivos, previo al desarme de los grupos de autodefensa. Dicha cifra, representa el 35% de las tropas que el Ejército ocupa exclusivamente para reducir la violencia en el país, ya que ha comisionado a 20 mil soldados para ese fin; a la par, la Policía Federal reporta que mantiene un promedio de 2 mil agentes, mientras que la marina desplegó a 2 mil 300 elementos. Así que, la ruta fue clara, primero tomar militarmente el estado y después imponer condiciones.

3. El pacto de la rendición. Como se sabe, el 10 de mayo se anunció el llamado plan de desarme, que en realidad consistió en un registro del armamento que poseían las autodefensas y cuyo impacto geográfico fue en 27 localidades. La gran mayoría de las armas registradas por las autodefensas eran artefactos prohibidos. En el corte de mayo de dicho plan de desarme y desmovilización, el registro tenía un total de 6 mil 442 armas de fuego, de las cuales 4 mil 497 son de uso exclusivo del Ejército. Así las cosas, los civiles rebeldes pudieron dar de alta fusiles AK-47 y calibre 7.62, restringidos por la ley federal de armas de fuego y explosivos; con ello, quedó claro que la operación en Michoacán tenía como una de sus tareas confirmar los reportes de inteligencia que hablaban de entre 5 mil y 7 mil armas en manos de los grupos de autodefensa.

Así que, la acusación difundida contra Mireles de «portación de armas de fuego prohibidas», únicamente confirma que no es delito en Michoacán poseer armas del uso exclusivo del Ejército, sino que sólo lo pueden hacer quienes están sometidos a las directrices del jovenzuelo Castillo.

Epílogo. La operación en Michoacán fue diseñada para mantener al PRI en la gubernatura, todo apunta hacia allá. Por eso detuvieron a Mireles y nopermitirán ningún cambio en el libreto confeccionado en gobernación. Ese es el único horizonte que se tiene en la casa presidencial. Lo demás son fuegos de artificio.

pedropenaloza@yahoo.com

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