Mujeres
Por René Sánchez García
El número 239 de la revista mensual Letras Libres que dirige Enrique Krause, correspondiente al mes de noviembre pasado, viene dedicado al feminismo y de cómo ellas han tenido que luchar arduamente en todos los ámbitos de la sociedad para entrar a la historia y para tratar de ser reconocidas en este mundo dominado por su eterno adversario: los hombres. En la introducción al contenido del trabajo se dice: “Hasta hace poco se decía que las mujeres habían sido borradas de la historia, pero tal parece que en realidad no habían sido tomadas en cuenta”.
El artículo en su introducción menciona: “Ahora sabemos más de sus aportaciones culturales, sus propuestas artísticas, sus rupturas con las convenciones sociales y estéticas”. En este número aportan sus reflexiones sobre el feminismo Anne Rubenstein con Las enseñanzas de Lola la Trailera; Gabriela Cano con El feminismo y sus olas; Sandra Barba con El ícono feminista (y las demás); y Andrea Giunta con Feminismo artístico mexicano: el contacto con los Ángeles. Cuatro trabajos donde ahora si podemos “conocer con más precisión los obstáculos que quisieron sortear, las estrategias políticas que idearon, las organizaciones que formaron y sus debates sobre la democracia, la sociedad, la economía y el arte”.
Rubenstein nos aclara de manera clara ¿Por qué estudiar a fondo una película taquillera y de pobres méritos artísticos? Entre otras cosas, para entender cómo los hombres lidiaron con la participación de las mujeres en empleos tradicionalmente masculinos. Gabriela Cano nos menciona que la historia del feminismo suele dividirse en olas que inundan y se repliegan del presente. Sin embargo, la trayectoria de este movimiento político en México pone en duda la precisión de la metáfora.
Siguiendo con el mismo tema del feminismo, Sandra Barba nos hace poner mucha atención en que “Poner los reflectores sobre unas cuantas artistas mujeres, para equilibrar el desinterés que han suscitado por años, es un vicio que impide tener el panorama completo. La perspectiva de género permite una apreciación más justa”. Finalmente, Andrea Giunta menciona que “revisar el arte feminista en México no solo significa listar una serie de obras y nombres. Precisa describir los debates teóricos, las prácticas, los grupos, los intercambios y las diferencias y coincidencias con los artistas de otros países”.
Se cierran los trabajos con una conclusión bastante acertada en donde se afirma que la historia feminista aún no recibe de sus pares el reconocimiento que merece ni el público la atención suficiente. Se confirma una vez más su entrada a la historia.
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