Ars Scribendi

LA INSPIRACIÓN DE UNA ATLETA

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Por Rafael Rojas Colorado

Para Paola Rivas Cuevas

 

Las letras abren sus ventanas para asomarse a conocer la personalidad de una atleta coatepecana, Paola Rivas Cuevas. Día a día se le ve disfrutando el ejercicio físico en la unidad deportiva “Roberto Amorós Guiot”. Para ella el correr es como una plegaria que envía al cielo en el despertar de cada nuevo amanecer.

Parece un sueño el transcurrir del tiempo, difusamente su mente despierta los felices años de infancia, aquella carrera que ganó recibiendo como premio una bolsa con productos Nestlé, parecía que el futuro le enviaba un mensaje anunciándole que, impaciente, la esperaba, pero en ese ayer otras cosas anidaban en su niñez, las facciones de su rostro reflejaban que los problemas estaban aún ausentes. Fue feliz en las aulas escolares con sus compañeras, todas ellas ocupan un espacio en su corazón que de vez en vez le roban un suspiro.

Con cierta emoción recuerda una mañana del año 2008 cuando llegó acompañada de su padre a la unidad deportiva “Roberto Amorós Guiot”, iba en busca de mejorar la salud, su médico de cabecera así se lo aconsejó. La iglesia católica celebraba la semana mayor cuando Paola empezó a caminar en la pista de arcilla, al principio solo por espacio de veinte minutos diarios, en pocas semanas ya trotaba y a los tres meses corría experimentando la sensación de competir en una carrera atlética, de manera difusa se le presentaba ese llamado interno. Es indudable que fue valioso el apoyo, los consejos, la paciencia y el tiempo que su papá le dedicó, –que otra cosa más se puede hacer por una hija sino es amarla– estos momentos alimentaron espiritualmente la interrelación entre padre e hija de tal forma que solo se pueden expresar con el lenguaje del alma, porque las palabras son incapaces de definir lo sublime.

Muy pronto se vio en la línea de salida en aquella competencia que inició en la Av. Adolfo Ruiz Cortines, la justa finalizó en el paseo de los Lagos. En esta primera experiencia cubrió los siete kilómetros en un tiempo de cincuenta minutos; la felicidad le embriagó todo su ser y la resonancia de una voz que emergía de lo más hondo de su ser la persuadió del anhelo de convertirse en una atleta. Se comprometió a sí misma a entrenar con suma pasión para forjar un espíritu competitivo y cumplir el propósito que acababa de inspirar su corazón.

En estos últimos años ha fortalecido su experiencia en infinidad de competencias, mismas que la han conducido por diferentes escenarios como los estados de: Puebla, Veracruz, México, Cancún, Querétaro, Coatzacoalcos, Tampico y, por supuesto, en Xalapa y Coatepec. En ciudad del Carmen participó en el medio Maratón y conoció la rudeza de las largas distancias. Estas pruebas, afirma Paola Rivas Cuevas, le han fortalecido la fuerza física, la autoestima y el espíritu. También posee el orgullo y la satisfacción de haber cruzado por los aires el océano atlántico para estar presente en Sevilla, España. Allí participó en una prueba de 10k. los latidos de su corazón le señalaron ese horizonte, fue una aventura en la que sus pies se desplazaron por el asfalto del viejo mundo. Todo parecía una fantasía, pero la realidad le dibujó en sus labios una sonrisa de satisfacción.

Paola ofrenda el valor de la gratitud a Julio César Morales Pérez, atleta de alto rendimiento y, a la vez, entrenador de esta especialidad, lo conoció en Puebla y, aunque a distancia, le ayudó a mejorar su condición físico-atlética, lo mismo siente por Salvador Soler Cuevas que le ha suministrado valiosos secretos del atletismo, antes también lo hizo Ángel de Jesús Cadena Romero.

Gracias a los sabios consejos de estas personas y a su capacidad competitiva, Paola Rivas Cuevas ha experimentado la dulce sensación de subirse al podio. Ganó el primer lugar de la libre femenil en la “Carrera de la Capital” en el año 2015. En la justa de “AVANRADIO” se colocó en segundo lugar. En el mes de enero de 2019 ocupa la segunda posición en 10k. parando el cronómetro en cuarenta y seis minutos con veintinueve segundos, en este mismo año en Xalapa corre los 16k. para adjudicarse un honroso segundo lugar. En el Maratón de la ciudad de México en el año 2018 lo cumplió en tres horas con cincuenta y siete minutos y con el honor delineado en su rostro recibe la medalla con la letra “O”. En ese año en el puerto de Veracruz el medio Maratón lo recorre en una hora con cuarenta y seis minutos. Se inspira en su ritmo de carrera para cruzar la línea de meta en cuarenta y seis minutos los 10 kilómetros que marca la “Carrera de Golfo”. Participa en la “Carrera con Causa” en la ciudad de las flores consiguiendo un tiempo de 23.10 en los 5k. CONTINUARÁ.

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