Nueva forma de protesta social
Nueva forma de protesta social
Por René Sánchez García.
El
pasado domingo 30 del mes de mayo en la Ciudad de México, así como en otras más
de la república, se dio un nuevo tipo de manifestación social, misma que debe
ser analizada y tomada en cuenta. La historia de las acciones de protesta nos
menciona que los grupos humanos organizados y las personas inconformes, siempre
tienden a manifestar sus demandas e inconformidades utilizando la vía pública.
Después de una larga caminata a pie por las calles principales, llegan hasta la
sede de algún poder público y frente a él lanzan sus consignas con la esperanza
de ser escuchados y solucionados sus problemas.
Es
característico ver que las personas inconformes tienen que soportar durante el
trayecto de su recorrido, no sólo las fuertes inclemencias del tiempo (sol,
lluvia, calor, frío, etc.) sino también la molestia o mala cara de todos
aquellos a quienes se les perturba su quehacer cotidiano. Quienes manejan
tienen que buscar vías alternas, quienes van a su trabajo o a su actividad
diaria llegan tarde o con retraso, quienes caminan tienen la necesidad de
soportar las aglomeraciones de las protestas, en otras palabras, les rompen sus
rutinas a causa de algo que ni les interesa quizá.
Pues
bien, ese domingo grupos de manifestantes organizados y en contra de la forma
en que se llevan las cosas del país por parte del grupo mayoritario de MORENA,
la llamada Cuarta Transformación y principalmente por parte del presidente
Andrés Manuel López Obrador, salieron a la calle a decirle (mediante cartulinas
y ruido) a México que están ya cansados de éste gobierno, pidiendo por ende en
sus mensajes que renuncie de inmediato y que se vaya. Los aprendices de Joaquín
López Dóriga, Ciro Pérez Leyva, Loret de Mola y Silva Herzog, de inmediato
señalaron que fueron MILES de manifestantes, aunque la realidad fue otra.
Volviendo
al tema, la novedad de la protesta consistió en que en caravana, en algunos
casos más de 300 autos de lujos nacionales o importados, rodaron por las calles
haciendo uso de sus claxon, para que los de la calle (o sea el pueblo)
voltearan y vieran las marcas de sus autos y sus cartulinas. Los súper
indignados propietarios, protegidos en el anonimato que les proporciona los
cristales polarizados y bien protegidos por ese rico aire acondicionado para no
sentir el calor, se sumaron al llamado del sector empresarial resentido y a la
clase política en vía de extinción, a hacer únicamente ruido, mismo que no tuvo
la más mínima consecuencia. Estos actos de protesta fueron organizados por
FRENA y el Congreso Nacional Ciudadano.
Ahora,
las y los trabajadores asalariados (por no decir explotados) ya no saldrán a
hacer plantones y caminatas bajo el sol o la lluvia. Con éste novedoso
aprendizaje guardado en sus mentes, gracias a la vista y al oído, protestarán
en silencio en las calles, en los
vagones del Metro, en los camiones urbanos y suburbanos de pasaje, en los
tranvías, en las llamadas peceras, incluso en sus motos o bicis. Es probable
que no lleven cartulinas en apoyo al gobierno, no hacen falta conocer sus
peticiones o demandas, sus rostros, sus cuerpos, sus ropas y expresiones de
trabajador mal pagado los identifica plenamente. Únicamente durante sus
trayectos bastará con mostrar su puño izquierdo cerrado de lucha y su brazo
derecho doblado haciendo resaltar ese BICEPS, que es la verdadera fuerza que
mueve a México.