OCURRENCIAS DE ENERO
Pedro Peñaloza
“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer.
Y en el claro oscuro surgen los monstruos”.
Antonio Gramsci
1. La guerrilla inexistente. Si alguien cree que en México existen grupos guerrilleros, está mal informado. El titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, aseguro que: «tenemos conocimiento de los grupos que en toda la república están participando, cualquiera (¿será cualesquiera?) que sean su índole, pero no puedo hablar de guerrilla en México». Textual. (Milenio. 21/12/14). Muy bien, no son guerrilleros. ¿Qué son? Y el comisionado ataja: «no tengo opinión (sobre el tema), yo tengo que operar. Hacer cosas». (Ídem).
¿Se entiende? El susodicho funcionario dice no tener opinión, sin embargo, afirma que no son guerrilleros. Más claro ni el agua que circula por el Rio Churubusco. Así se las gastan los nuevos estrategas.
2. Duro contra el secuestro. Para seguir en la ronda de ocurrencias de inicio de año, el inquilino momentáneo del Palacio de Covián, Miguel Ángel Osorio Chong, nos ofrece un nuevo señuelo legitimador y distractor: nos referimos al anuncio de que en los próximos días se dará a conocer la estrategia antisecuestro que «instruyó el Presidente Enrique Peña Nieto».
Es decir, los burócratas de la oficina de Gobernación, tuvieron que diseñar un platillo a la carta, ya que al joven imberbe le preocupa las altas tasas de incidencia de este ilícito.
Por enésima vez, se lanzan disparos en la oscuridad, se ratifica que no hay estrategia integral, que las reacciones del grupo en el poder son simples momentos para los reflectores mediáticos; se insiste en responder parcialmente a fenómenos que están concatenados con múltiples variables penales, sociales, económicos y culturales.
Y para cerrar la impericia, algunas organizaciones sociales, se prestan al juego y avalan semejantes posturas. Una raya más en la piel del tigre.
3. La sed del orden en la ciudad de las libertades. Los desvaríos y extravíos no sólo son prácticas monopolizadas por el Gobierno peñista. También, el Gobierno del DF posee una visión, por lo menos pedestre, de lo que significa la convivencia entre distintos y los procesos de exclusión y control social.
De eso hay múltiples pruebas y testimonios, pero una reciente que abre las hostilidades en el año, es la expresada por Jesús Rodríguez Almeida, secretario de Seguridad Pública del DF, quien declaró, con convicción, que «… vamos a estar trabajando coordinadamente con las instancias, tanto federales como con la Secretaría de Gobierno; una vez que tengamos claridad en (sic) cualquier situación que se pueda presentar, estaremos listos para trabajar y que haya orden en la Ciudad de México» (Milenio 08/01/14).
Muy bien, sería mucho pedirle al Dr. Rodríguez Almeida, nos explicara el significado de lo que para él es, el orden. Quizá nos pueda remitir al nacimiento del positivismo y nos recuerde a Saint-Simon, Comte o a Stuart Mill. Sería fascinante que el jefe de la policía ilustrara a los gobernantes de la metrópoli de esta sólida base teórica que subyace en las acciones de la policía del DF. Esperaremos con ansia esta disertación.
4. Una izquierda petrolizada. El PRD, MORENA y asociados, encontraron en la recién aprobada ley energética, el único motivo para presentarse unidos y ofrecer una política de confrontación ante el Gobierno. La ironía es notable, puesto que es de llamar la atención que en una sociedad, como la mexicana, fracturada por la desigualdad y la exclusión social, la izquierda sólo tenga como cemento el tema energético.
La debilidad endémica y programática de ésta vertiente es evidente. ¿Qué hay frente a la pauperización obrera? ¿Qué respuesta frente al crecimiento del desempleo? ¿Qué oferta para los millones de jóvenes sin expectativas sociales, educativas y laborales? Nada, ninguna iniciativa que ponga en movimiento a estos segmentos.
El único llamado al inicio de año, es que dos ex-priístas, Cárdenas y López Obrador, encabecen a la izquierda para enfrentar al régimen priísta. ¿Esta es la izquierda que puede encarar con seriedad al capitalismo depredador?
