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Opinión – El Camino: Una Película de Breaking Bad

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Por: Pablo Contreras Sánchez

ADVERTENCIA: ESTA RESEÑA CONTIENE SPOILERS DE LA SERIE ‘BREAKING BAD’ (PERO SIENDO JUSTOS, ¿POR QUÉ HABRÍAS DE VER ESTA PELÍCULA SI NO HAS TERMINADO LA SERIE? HAN PASADO SEIS AÑOS, YO)

Si estabas vivo en 2013, sabes que la gente no podía dejar de hablar sobre ‘Breaking Bad’. La serie creada por Vince Gilligan subió a la cima de la cultura popular con el estreno de su última temporada, y lo más probable es que por lo menos uno de tus amigos no te dejó en paz hasta que accediste a verla, Lo más probable es que, como muchos de nosotros, te acabaste chutando múltiples temporadas en un solo fin de semana. El trágico descenso de Walter ‘Heisenberg’

White a la villanía sigue siendo uno de los arcos narrativos más memorables de los últimos años, y el programa es considerado por muchos como uno de los mejores en la historia de la televisión.

En mi humilde opinión, y haciendo de lado las hipérboles… sí, es j*didamente increíble. Pero lo que acabó consolidando ‘Breaking Bad’ como una serie legendaria fue su final. Los desenlaces en general no son tarea fácil, menos cuando de programas televisivos con una larga trayectoria se trata (acabamos de ver lo que pasó con ‘Game of Thrones’). Lo que Gilligan logró con ‘Felina’, sin embargo, fue cerrar cinco años de narrativa de manera satisfactoria, y no hay mejor testimonio de eso que el hecho de que nadie pedía una continuación de ninguna forma.

 

Fue un final perfecto, y claro, está ‘Better Call Saul’, una excelente serie precuela estrenada en 2015, la cual relata la transformación del abogado en ciernes Jimmy McGill en el retorcido abogánster Saul Goodman que todos conocemos y amamos, pero durante seis años, nos quedamos con el memorable final de la serie como el cierre definitivo de la historia y nada más.

No obstante, la tarde del 24 de agosto, Netflix soltó en redes sociales el primer avance de ‘El Camino’, una película original de la plataforma protagonizada por Aaron Paul, de vuelta en su emblemático papel de Jesse Pinkman, y cuyos eventos transcurren después del final de la serie, donde Walter lo libera de su cautiverio y éste huye a bordo de un Chevrolet El Camino. Los rumores sobre un largometraje de ‘Breaking Bad’ llevaban tiempo circulando la red, y aún así, el anuncio oficial del mismo nos hizo perder la cabeza. Pero, ¿qué tan necesaria y digna de continuación sería esta película a una conclusión ya perfecta? Con detalles escasos y una filmación que tomó lugar en secreto, la única forma de averiguarlo era esperar al 11 de octubre del año en curso. Ahora que la fecha ha llegado, es hora de portarnos mal.

Vince Gilligan está de vuelta como escritor y director de ‘El Camino’, y a estas alturas, no hay mayor sello de garantía que ver su nombre adjunto a cualquier proyecto relacionado con la serie.

Es evidente que él se niega a confiarle su creación más preciada a cualquiera y, sinceramente, a nosotros tampoco nos gustaría verlo hacer eso. Sus sensibilidades artísticas y estilo característico están de vuelta aquí, pero esta vez, lo hacen con un sabor cinemático: los creativos y dinámicos montajes, las tomas estilizadas, inspirada banda sonora, brillantes momentos de tensión, intensas escenas de acción e hilarantes instancias de humor negro son, inequívocamente, ‘Breaking Bad’.

El guion de la película postula un par de preguntas interesantes: ¿qué tanto de nuestro pasado permitimos que nos defina?, y ¿es realmente posible comenzar de cero? La historia retoma a un personaje víctima de tortura y abusos que huye, además, de las consecuencias de sus malas decisiones, y lo presenta con una segunda oportunidad. Pero, ¿es posible entonces salir de la senda en la que nos puso el universo para seguir una propia? ‘El Camino’ ofrece una mirada íntima a la atormentada mente de Jesse, al encontrarse su pasado con su presente durante una búsqueda desesperada de respuestas para su futuro, en un libreto melancólico que, al final, resulta sorpresivamente optimista.

Pero así como Jesse, la película está estructurada de manera que la primera mitad se siente, por momentos, carente de rumbo. Como consecuencia, el ritmo sufre, y dado que ese es el estado en el que se se encuentra nuestro protagonista, uno puede argumentar que es intencional, pero una vez pasado el punto medio de la historia, esta encuentra una intensidad que se niega a soltar hasta que ruedan los créditos. Esta película fue concebida por Gilligan como una forma de celebrar el décimo aniversario de ‘Breaking Bad’, y el último acto, en particular, es una carta de amor a la serie que conmoverá a más de un fan.

 

Ver a Aaron Paul retomar su papel de Jesse Pinkman es como re-encontrarse con un amigo muy querido que no ves desde hace tiempo, pero sabes que ha atravesado por varias dificultades. Paul retrata las múltiples facetas de Jesse a lo largo de su vida en un lapso de tan solo dos horas: desde sus días como un joven ingenuo e imprudente al emprender su negocio a lado de Walter White, pasando por el tiempo que permaneció cautivo, cocinando metanfetaminas en condiciones inhumanas, y finalmente, su etapa de sobreviviente, lidiando con el estrés post-traumático que le dejaron los eventos de la serie. Paul seguramente acabará embolsándose otro Emmy por su trabajo en esta película.

Además, y sin dar spoilers, esa sensación de familiaridad no hizo sino atenuarse a lo largo detoda la película, gracias a las múltiples apariciones especiales de actores y actrices de la serie que vuelven, así sea únicamente por una escena, a atar cabos sueltos y contextualizar el viaje personal de Jesse. También es digno de reconocerse el trabajo del nominado al Oscar Robert Forster, quien da vida a Ed, y cuyo fallecimiento fue anunciado momentos antes de que comenzara a escribir esta reseña. Forster consigue robar cámara en el par de escenas donde aparece, y con este papel, logra dar un digno cierre a su prolífica carrera como actor. Esperemos que en estos momentos esté disfrutando de sus cientos de miles de dólares en efectivo, tranquilamente, en algún lugar de Alaska. Descansa en paz, Robert Forster.

VEREDICTO:

‘El Camino: Una película de Breaking Bad’ es un nostálgico y bienvenido epílogo a una de las historias más memorables de la última década. Su estructura hace que el proyecto no escape del todo a la maldición de series televisivas que hacen su transición a película, sintiéndose, sí, como un episodio largo de la misma, pero uno muy bueno, para el caso.

Determinar si la existencia de este largometraje está justificada o no, ya dependerá de cada quien, pero después de verlo, entiendo por qué Vince Gilligan pensó que la historia de Jesse Pinkman ameritaba un cierre como este, además de que los fans seguro apreciarán la oportunidad de ver a viejos conocidos una última vez.

(Y no sé ustedes, pero a mí me encanta el hecho de que ‘Breaking Bad’ tuvo que acabarse dos veces para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó el final de ‘Game of Thrones’).

CALIFICACIÓN: 4/5 estrellas.

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