CinergiaDestacado

OPINIÓN – MIDSOMMAR: EL TERROR NO ESPERA LA NOCHE

Comparte

 

[responsivevoice_button voice=»Spanish Latin American Female» buttontext=»Pulsa para escuchar la nota «]

Por: Pablo Contreras Sánchez

No me asusto con facilidad. Llámenle insensibilidad si quieren, pero como fanático de las películas de terror, estas tienen que ser particularmente perversas o perturbadoras para que me estremezca ante lo que está ocurriendo en pantalla. Dicho esto, ‘El legado del diablo’ de Ari Aster ha sido una de las pocas que lo han logrado. Aquellos que la han visto saben exactamente a qué me refiero, pero una secuencia en particular casi me causa un ataque de pánico en la sala de cine… y cómo me encantó. El filme mismo es una exploración fascinante del duelo y el deterioro de la salud mental al centro de una familia que se está cayendo a pedazos, y tuvo una de las mejores actuaciones del año de la mano de Toni Colette, la cual fue pasada por alto de manera criminal durante la pasada temporada de premios (¡eso todavía no lo supero!).

Así que naturalmente, y dado que era su ópera prima, estaba inmediatamente interesado en lo  que fuera que Ari Aster hiciera a continuación. Su voz creativa recordaba mucho al cine de terror de antaño, que no tenía miedo de ofender o incomodar a las masas y el estatus quo, mientras que como cineasta, parecía tener mucho dominio su oficio, lo cual impresiona bastante para ser su primer largometraje. Este viernes, su segunda película, ‘Midsommar: El terror no espera la noche’ (no soporto esos subtítulos innecesarios que a las distribuidoras mexicanas les encanta poner) llega por fin a carteleras mexicanas.

‘Midsommar’ nos presenta con Dani y Christian, una pareja estadounidense que acude con un grupo de amigos a un festival de verano que se celebra cada noventa años en una remota aldea sueca. Conforme pasan los días, las que inicialmente se vislumbraban como unas vacaciones de ensueño pronto se tornan oscuras, cuando los aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.

Primero lo primero: esta película es una maravilla técnica. La inmaculada cinematografía (la composición y duración de las tomas hacen que el filme sea visualmente llamativo en todo momento), el colorido diseño de producción y vestuario, los repulsivos efectos prácticos, el montaje, así como una banda sonora original majestuosa y etérea, contrastan hermosamente con lo retorcido de su contenido. La dirección de Ari Aster es elegante, y reafirma su lugar como una de las voces nuevas más interesantes y originales del género, logrando también replicar una vibra muy clásica que da a sus proyectos una sensación atemporal; si con ‘El legado del diablo’ te recordó a Friedkin y su ‘Exorcista’, aquí Aster imagina su propia versión de ‘The Wicker Man’. El hecho de que las escenas más aterradoras de la película ocurran en exteriores y a plena luz del día te da una buena idea de cuánto le importa a este realizador ofrecer algo distinto, y al igual que ‘El legado…’, ‘Midsommar’ está llena de simbolismos, presagios, imágenes abstractas y significados ocultos que fomentan múltiples vistas.

Al centro de esta película está un noviazgo en sus últimas (el director incluso citó comedias románticas entre sus referencias) y ambos protagonistas hacen un excelente trabajo vendiendo esa dinámica: Florence Pugh (Dani) pasa de un lugar de extrema vulnerabilidad y agitación mental, a uno de empoderamiento, y el compromiso de Jack Reynor a Christian, su personaje, es digno de admirar (haciendo cosas que yo tendría miedo de pedirle hacer a un actor). Entre el elenco de apoyo encontramos a William Jackson Harper (¡Chidi de ‘The Good Place’!) como Josh, Vilhelm Blomgren como el misterioso Pelle, y a Will Poulter como Mark, el amigo precoz roba-escenas, responsable de aligerar la tensión con sus comentarios cómicos. Pero algo que ‘Midsommar’ no hace diferente de otros filmes similares, es que sus personajes secundarios se sienten bastante desechables, a pesar de que al final se hace un intento por justificarlo.

El guion ofrece una crítica a la tradición, mostrando los peligros de seguirla sin cuestionamientos, además de visibilizar problemas de salud mental a través de su protagonista, algo que Aster hizo de manera magistral en ‘El legado del diablo’, ya que su lucha contra el duelo, la culpa y sus constantes ataques de pánico hacen de su estancia en el festival un infierno aún mayor. Sin embargo, la película se olvida de las premisas dramáticas presentadas en su primer acto, las cuales tenían mucho potencial de haber sido exploradas, pero estoy dispuesto a darle el beneficio de la duda, esperando una experiencia más coherente al verla por segunda vez.

Finalmente, cabe advertir que ’Midsommar’ es una película de terror contemplativa, lo cual es una manera pretenciosa de decir que se mueve lentamente, pero es gracias a que se toma el tiempo de generar tensión y construir una atmósfera, que los sustos funcionan tan bien como lo hacen, sin llegar a sentirse excesivos y gratuitos a pesar de su naturaleza gráfica e impactante.

VEREDICTO:

Durante el último tercio de esta película, la sala estaba en completo silencio. Uno podía sentir la confusión, asombro y repulsión de cada uno de nosotros en la atmósfera, lo cual me recordó que, de vez en cuando, llega un filme de terror como este, que nos facilita ese tipo de experiencia comunal que a mí tanto me fascina.

Perturbadora, estilizada, y por momentos oscuramente graciosa (¡díganme que no fui el único, por favor!), ‘Midsommar: El terror no espera la noche’ es como el sueño más bello que jamás has tenido, lentamente convirtiéndose en tu peor pesadilla, o el peor malviaje que puedas imaginar. Al igual que con ‘El legado del diablo’, Ari Aster ha entregado otro proyecto que dividirá a las audiencias, pero a mí, en lo particular, me parece genial que aún existan directores como él, haciendo lo que se les da la gana dentro de una industria que ya no persigue ideas y propuestas tan arriesgadas y diferentes como esta.

CALIFICACIÓN: 4/5 estrellas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *