Cinergia

Opinión – Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw

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Por: Pablo Contreras Sánchez

 

Una vez leí un tuit comparando las películas de ‘Rápidos y furiosos’ con el reggaetón, y no podría estar más de acuerdo: ambas son piezas de entretenimiento pensadas para ser disfrutadas en un ambiente relajado con amigos y sin hacer muchas preguntas. La cuestión es, y sé que estoy a punto de pinchar los huesos de varios film snobs leyendo esto, que no todas las películas tienen que ser de alto arte para ser apreciadas; de hecho, una película puede ser disparatada, consciente de sí misma y carecer de pretensiones más allá de hacerte pasar un buen rato, para ser más entrañable que aquellas que se toman a sí mismas demasiado en serio y fallan miserablemente en eso (con la excepción de la mejor película tan-mala-que-es-buena ‘The Room’, por supuesto).

Pero debo confesar que, en mis días de adolescente pedante, era todo un detractor, y lo fui hasta el estreno de ‘Rápidos y Furiosos 8’, donde en una escena, Jason Statham le dispara a un montón de tipos malos con una mano mientras carga un porta-bebé con la otra en el interior de un avión, para después lanzarse en paracaídas con todo e infante. Fue entonces cuando abrí los ojos: atrás habían quedado los días de carreras clandestinas (y de obedecer las leyes de la física); ahora, se trataba de hacer ver cool a un grupo de actores musculosos con escenas de acción absurdas para nuestro entretenimiento, y como fanático de las películas de acción ochenteras, no tengo ningún problema con eso. Para algunos, esta saga aparentemente interminable representa la muerte del cine, mientras que para otros, es una invitación a ver qué nuevos extremos ridículos alcanzará con cada nueva entrega. Seguro no hace falta decir que ahora formo parte de estos últimos.

Contrario a lo que el material promocional te pueda hacer pensar, y a pesar de que efectivamente se trata de la novena película en la franquicia, esta no es ‘Rápidos y furiosos 9’ (esa se estrena el año que viene) sino un spin-off (o derivado) centrado en el agente Luke Hobbs (Dwayne ‘The Rock’ Johnson) y el mercenario Deckard Shaw (Jason Statham). La historia comienza cuando un grupo de agentes del MI6 no logran asegurar un camión que contiene un arma química mortal, luego de que uno de sus miembros aparentemente se vuelve corrupto, asesinando a sus compañeros y escapando con el virus. Corte a Hobbs y Shaw siendo reclutados para trabajar juntos y evitar una catástrofe de proporciones apocalípticas, con el detalle de que prácticamente se odian uno al otro. Pero las cosas se complican cuando el agente en cuestión se revela como la hermana de Shaw, Hattie (Vanessa Kirby) y el terrorista genéticamente mejorado Brixton (Idris Elba) emerge como el verdadero villano, por lo que ahora dependerá de nuestro trío de héroes salvar el mundo, pateando traseros, aprendiendo a llevarse bien y enfrentando su propio bagaje con respecto a, lo adivinaste (y favor de leer con voz de Toretto): ’la familia’.

El director David Leitch no es ajeno a la acción, ya que no solo estuvo a cargo de éxitos recientes como ‘Atómica’ y ‘Deadpool 2’, además de ser el co-director no acreditado en la primera ‘John Wick’, sino que, desde la década de los noventa, se le atribuyen más de ochenta y dos créditos como doble de riesgo. Es en este departamento donde las películas de ‘Rápidos y furiosos’ deben sobresalir, y ‘Hobbs & Shaw’ no decepciona. Durante sus dos horas y quince minutos de duración, las escenas de acción son numerosas y se ponen cada vez más ridículas, justo como debe ser: hay artes marciales, explosiones, persecuciones, tiroteos y un condenado auto encadenado a un helicóptero. De ninguna forma trata de ser realista y contundente, sino más bien excesiva y caricaturesca, lo que por un lado implica que nuestros protagonistas sean prácticamente invencibles (tristemente restando tensión a las peleas) y desde un punto de vista técnico, los efectos por computadora se interponen en el camino más de una vez; pero de nuevo, esto es lo que esperamos de estas películas, y los fans obtendrán exactamente por lo que pagaron.

La anti-química entre Dwayne Johnson y Jason Statham era uno de los aspectos que más me intrigaban sobre esta película, por lo que verlos interactuar e intercambiar insultos de principio a fin fue encantador y divertido, a pesar de que ciertas rutinas definitivamente pudieron acortarse, ya que si bien graciosas al principio, dado que siguen y siguen llegan a pecar de tediosas. Vanessa Kirby como Hattie Shaw es una gran adición a la franquicia, aunque su personaje se ve lamentablemente envuelto en un romance innecesario, y asimismo, en una película llena de sucesos imposibles, me vi particularmente distraído por el hecho de que su personaje y el de Jason Statham (veintiún años mayor que ella en la vida real) hayan crecido juntos como hermanos. Idris Elba es bastante entretenido como Brixton, lo cual no es sorpresa, ya que se trata de un gran actor, que aquí no tiene problemas uniéndose a la locura que lo rodea.

Hay un par de papeles secundarios sorpresa interpretados por actores reconocidos que ni siquiera sabía estaban en la película. Uno de ellos fue algo descartable (Supongo que el comediante en cuestión es muy amigo del director y anhelaba estar en una película de ‘Rápidos y furiosos’) pero el otro muestra promesa para el futuro de la franquicia, y dado que no vi venir ninguno de los

dos, no pienso estropearlos. Además, y por extraño que suene, si no has visto la última temporada de ‘Game of Thrones’, te aconsejo no quedarte para la escena mid-créditos.

Hablamos un poco sobre esto en la reseña de ‘John Wick 3: Parabellum’, pero el guion es algo que al público generalmente no le importa tanto cuando se trata de películas de este género. Si bien, aquellas que fueron minuciosamente concebidas desde la página, poniendo el mismo nivel de cuidado a los personajes y la historia como a las escenas de acción, se han convertido en clásicos del género y el cine en general, la trama es principalmente una excusa para que se desate el caos. En el caso de ‘Hobbs & Shaw’… esta no es la excepción, pero se agradece que los guionistas hayan hecho el intento de dar un poco más de profundidad a la historia, construyéndola alrededor de premisas dramáticas como la reconciliación, la unidad y la fe en la gente. A pesar de que, al igual que los diálogos, el mensaje es obvio, torpe y algo cursi, este por lo menos se mantiene en línea con la temática familiar que ha caracterizado a la saga.

 

VEREDICTO:

 

‘Hobbs & Shaw’ bien pudo ser un montón de espectáculo hueco y la gente aún así habría ido a verla; después de todo, se trata de la novena película en una franquicia multimillonaria, por lo que ya tiene un público asegurado, pero es de reconocer que se haya intentado transmitir un mensaje entre todo el derroche de acción, cursis one-liners y testosterona, aún si su prolongada duración es bastante evidente en determinados puntos.

Como película, ciertamente no es muy buena, pero es bastante consciente de sí misma, no tratando ser algo que no es, y francamente, puedo pensar en formas peores de pasar más de dos horas en el cine con una cubeta grande de palomitas.

CALIFICACIÓN: 2.5/5 estrellas.

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