Por Ramón Durón Ruíz (+)

 

“Cuando Al Pacino recibió la oferta de ser Han Solo en la saga de Star Wars en1977, no pudo contra lo que su intelecto le marcaba. Ya habiendo obtenido el reconocimiento con El Padrino en 1972, no vio como necesidad tomar un papel de una historia que no comprendía. Y como nadie es imprescindible, el trabajo fue para Harrison Ford, que hizo gala de su interpretación. Este año, Pacino confesó a la prensa durante una presentación en Londres: “‘Star Wars era mía… ¡Pero no entendí el guión!’”.1
La moraleja es formidable, no busques entender el guión de la vida, porque “En la vida no hay nada que entender… sólo que comprender”, simplemente date tiempo para vivirla, para disfrutarla plenamente, trabajarás con tal pasión, que dejarás pintado tu semblante en la tarea y tu aroma en el camino.
Carl Jung afirmó: “Las grandes decisiones del hombre, tienen como regla general, mucho más que ver con los instintos y otros misteriosos factores inconscientes, que con la voluntad consciente y el buen sentido de la razón”
Cuando no entiendas el guión de tu vida o surja una duda, simplemente conecta con la sabiduría de tu Divinidad Interior, cuando ves el universo a través de los “ojos del corazón y escuchas la voz del alma”, te sorprenderás al ver que el caleidoscopio de la vida es espectacularmente bello, siempre tendrá las respuestas correctas, entonces reconocerás que “Las mejores cosas de la vida… no son cosas”.
El éxito y la felicidad llegan, cuando fluyes en armonía con el río de la vida, cuando comprendes que tu paso por ésta carnalidad, mucho tiene que ver con el poder de tus decisiones, es de ahí de dónde surgen los triunfadores.
Ante la incertidumbre de un momento, cuando somos incapaces de entender el guión de la vida, el ser humano toma cualquiera de éstos cinco caminos: 1.-Huye; 2.-Ataca; 3.-Se Bloquea; 4.-Evade; o 5.-Se va por el camino de la rutina.
Tu ¡arriésgate!, entonces no buscarás la perfección, sólo seguirás avante, tendrás el carácter para tomar decisiones, para mirar hacia “adentro”, para entender el “afuera”, para actuar influenciado por la energía del amor; como por arte de magia, llegará la anhelada libertad del espíritu, el sentido del esfuerzo y del logro, acompañados de grandes sueños y de una visión positiva del presente.
Tu vida se construye con decisiones, empréndelas en silencio y con férrea voluntad, Steve Jobs dijo: “Recordar que estaré muerto pronto, es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida”.
Cuando tomas decisiones, haces a un lado el azar y la razón, para que hable tu alma, te reencuentras con tu “otro yo”, entiendes que en la vida no hay errores, sólo lecciones, entonces llega la luz, la autenticidad y la paz interior, confías plenamente en ti y entiendes que absolutamente nada es imposible.
Tomar decisiones no es volver al pasado, es construir HOY un nuevo final, es reconocer que tus decisiones son el norte energético de tu vida, éste Filósofo amorosamente te invita a que ataques la duda, con el poder de la toma de decisiones, tómalas en función de a dónde quieres llegar; si la gente te aconseja, escúchala respetuosamente, pero sigue la decisión que dicta tu corazón, siempre te llevará a puerto seguro.
Recuerda que a ésta carnalidad llegaste a trascender, en consecuencia tu historia se construye con la toma de tus decisiones en el tiempo presente y: “El tiempo no se detiene, ni espera por nadie. Así que no detengas tu vida por pequeñeces. [Tu toma decisiones…], sigue adelante, porque en éste momento eres lo más viejo que puedes ser y lo más joven que no volverás a ser jamás”.
Ten sueños, jamás renuncies a ellos, acompáñalos de una visión positiva… y ve tras ellos tomando decisiones; es bíblico: “El que busca, encuentra” y tarde o temprano, el universo te proveerá lo que decides buscar con pasión.
Le preguntaron a un hombre: “¿Qué tomas para ser feliz?: –– ¡Decisiones!”
Amar, perdonar, creer, crecer, crear, triunfar, sonreír, ser feliz… es una decisión que sólo tú puedes tomar.
A propósito, un pela’o llega al confesionario y le dice al querido Padre Chuyo:
–– Acúsome Padre, de que HOY he tomado una decisión: decirle a usted que ¡Soy un hombre muy dichoso!
El pastor de las ovejas del Señor, sale del confesionario y con los ojos llenos de lagrimas lo abraza, a la vez que le dice: –– Hijo, te felicito pues estás cumpliendo la tarea a la que te envío el Señor a la tierra: ¡SER DICHOSO! Pero… ¿Por qué dices que eres muy dichoso?
–– Es que Padre… es que digo muchos dichos.
–– ¡Ah mijito!, tú no eres dichoso… ¡ERES DICHARACHERO!
–– ¡LE AGARRO EL TRASERO!
–– ¡¡Ah!! Mira mijito, tu no eres dichoso, ni dicharachero… ¡ERES UN HIJO DE LA TIZNADA!
1http://personajes.lanacion.com.ar/1615386-las-anecdotas-mas-curiosas-y-picantes-de-los-famosos
filosofo2006@nullprodigy.net.mx