ABC DE LAS FINANZASPLUMAS DE COATEPEC

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

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PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO.

Poderoso Caballero es don dinero (Fragmento).

Francisco de Quevedo

 

 

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
De continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

 

 

Las primeras palabras del poema homónimo al artículo de hoy estimado lector, tienen más de 370 años de haber sido escritas y a juzgar por lo que se lee, esta es la condición que muchas personas tienen hacia el dinero.

 

Aunque muchos no crean la frase de Quevedo “Él es mi amante y mi amado”, sin duda la aplicación en las vidas de muchos, corrobora dicha afirmación.

 

Mucho se ha dicho de los escritores Francisco de Quevedo y Luis de Góngora, que durante el siglo de oro de la literatura española y aún hasta nuestros días, tuvieron  la rivalidad literaria y personal más encarnizada entre dos autores.

 

Me voy a permitir estimado lector, narrar una anécdota financiera entre Luis de Góngora y Francisco de Quevedo que estoy seguro que usted encontrará interesante.

 

Luis de Góngora, 20 años mayor que su rival, tuvo mucho dinero, pero también gastó mucho (recuerde estimado lector que no importa tanto el dinero que ingresa, sino cómo éste se administra). En una ocasión llegó a vivir a Madrid, y fue a rentar una casa.  Quevedo, al enterarse que Góngora vivía alquilando, va y compra dicha vivienda.

 

Cuando llegó el primer atraso en la renta de Góngora, Quevedo, que era el dueño, lo manda a sacar de la casa, pero la situación  no sólo quedó ahí, sino que él en persona se presenta a limpiar la casa, desinfectarla y “desgongorizarla”. Por su parte, Luis de Góngora, arruinado y enfermo debe regresar a su natal Córdoba para morir arruinado y abandonado por sus amigos.

 

Estimado lector yo le hago una seire de preguntas ¿Si Quevedo no hubiera tenido dinero habría podido correr a Góngora? ¿Si Góngora se hubiera administrado bien le hubieran corrido? ¿Cómo aplica esto a su vida?

 

¿Conoce usted algún caso como el que se narró anteriormente estimado lector? Le invito a comentármelos. Y Recuerdo querido lector, haga un uso responsable y sabio del dinero.  

 

Quintín Vallejo López