Especial

POLÍTICOS Y DETRACTORES

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Vaya inicio de semana y de mes con la exhibición de músculo, como lo dicen en la jerga política, del presidente Andrés Manuel López Obrador. La concentración de masas en el zócalo capitalino así lo constató. Carlos Slim y Emilio Azcárraga Jean, los hombres más ricos del país, vitoreaban al mandatario desde la primera fila. Minutos antes, se abrieron paso entre la multitud de mexicanos que, incontenibles esperaban al Peje y su mensaje. De éste, rescato dos elocuentes frases que hicieron cimbrar la explanada: “El amor a México está por encima de cualquier facción, partido, interés personal o de grupo, por legítimo que sea”. La segunda fue casi para rematar su arenga: “Recordemos el texto del Memorial de Colhuacán, en tanto permanezca el mundo, no se acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan”. La frase completa del memorial, evocando al historiador Miguel León-Portilla, se tradujo del náhuatl: “Ve ahí donde enterraste el Copil y vas a ver una águila devorando una serpiente, porque en tanto que dure el mundo no se acabará la fama y la gloria…”

 

La clase política sigue escribiendo la historia de Mexico. Las facciones, incluso en el interior,  siempre han reñido por el poder. Para recordar, nos remontamos a la época cuando don Miguel Alemán Valdés, a finales de su gestión como primer mandatario, se le ocurrió que podía reelegirse en el cargo, o de perdis extender su periodo presidencial. Los generales Ávila Camacho y Cárdenas, a través del otro expresidente, Abelardo L. Rodríguez, le dicen que nones, que eso no es una buena idea, que renuncie a sus malévolos  pensamientos. Alemán, en otra de sus ocurrencias, insinúa la sucesión con su primo Fernando Casas Alemán. Los grupos políticos que le rodeaban, también le otorgaron la negativa. El electo fue el Secretario de Gobernación, el senil Adolfo Ruíz Cortines que, por la edad y achaques, sus detractores imploraban que se despidiera de este mundo. No contaban que Ruiz Cortines, como José Alfredo, sacó juventud de su pasado e inició su misión electoral por todos los rincones de la nación. Con buen oficio, hizo compromisos, buenos amarres y socorridas ofertas de campaña. La más relevante de esas promesas, fue ofrecer igualdad política a las mujeres, así como una ciudadanía sin restricciones. Esto, también lo vociferaba en el zócalo, ante miles de féminas asistentes a ese mitin.

 

Ya siendo presidente, a finales del año de 1953, publicó en el Diario Oficial, el nuevo texto del 34 Constitucional, donde daba a conocer la equidad de género. Los requisitos eran haber cumplido 21 años o 18 si estaban casados, ambos, tener un modo honesto de vivir. El domingo 3 de julio de 1955, la primera dama de la nación doña Dolores Izaguirre de Ruiz Cortines, para elegir a diputados y senadores de la XLIII Legislatura, ejerció por primera vez su nuevo derecho: tildar en secreto la boleta electoral, doblarla y depositarla en la urna. Miles de mujeres, imitaron esa acción.

 

Amigos, a don Adolfo, la prensa siempre le reprochó su avanzada edad; un día los ubicó diciéndoles: “no me eligieron para semental, sino para presidente”. Las coincidencias persisten, las facciones jamás se reconciliarán. Mientras los de abajo se injurian, los de arriba se avienen y ni modo, qué le vamos a hacer, pos’ai que le sigan, algún día se cansarán.

 

¡Ánimo ingao…!

 

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

 

 

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