Por la libertad y la tolerancia
Por Linda Rubí Martínez Díaz
Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. El próximo 21 de marzo es un día importante para los mexicanos, porque por un lado se celebra el natalicio de Benito Juárez, pieza fundamental en la constitución liberal del México presente, pero también para el mundo en general porque se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Esta última fue instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para promover la tolerancia, la inclusión, la unidad y el respeto por la diversidad para combatir la discriminación. Para nosotros cobra especial relevancia esta coincidencia puesto que Juárez es uno de los personajes más relevantes que tenemos en la defensa de la libertad individual y el derecho a la expresión de ideas. Conmemorar un día internacional enfocado a la tolerancia en su natalicio no hace más que fortalecer la búsqueda de un mundo cada vez más justo, igualitario y que respete las diferencias fundamentales.
¿Por qué seguir promoviendo la tolerancia y la libertad? Porque a pesar de estar en una sociedad más abierta y democrática, hay pendientes graves que necesitan resolverse a nivel local como mundial. Los prejuicios no se eliminan de la noche a la mañana, aunque haya argumentos sólidos contra ellos. Se debe combatir el modo de pensar retrógrado de las generaciones anteriores, que jerarquizaban a la población por rasgos naturales. Pensar al otro como inferior era algo que se había supuesto por siglos y aunque seamos conscientes de ello, muchas veces nuestras acciones son un reflejo de la historia.
Es un hecho que discriminar por raza, por asuntos de género, o limitar la libertad de otros a partir de prejuicios, atenta contra los derechos fundamentales de todo ser humano. Y así como hay micromachismos que aparentemente son inofensivos, también hay formas de discriminación muy sutiles que debemos hacer explícitas para progresar en el pensamiento colectivo. Al final, solo hay una raza, que es la raza humana.
Yo les invito a tomar en cuenta la relevancia del 21 de marzo para fortalecer nuestros vínculos sociales, que implica el respeto a la libertad de todos. Pensarnos en unidad es también reconocer el valor de cada uno.
Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.