¿POR QUÉ JUGAR A QUE HACEMOS TEATRO?
¿POR QUÉ JUGAR A QUE HACEMOS TEATRO?
Por Mtra. Irasel Negrete Ronzón
“El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana”
-Federico García Lorca
Buscamos formar
alumnos integrales y propositivos
que tengan la facilidad
de desenvolverse dentro
de un mundo globalizado y vertiginoso que pide
individuos sensibles que
puedan ser empáticos
con las condiciones
del mismo, y
para ello el
arte es una
herramienta esencial, pues a
través del arte no
sólo se logra
la sensibilidad sino
también se estimula
la creatividad, una
cualidad muy necesaria
para resolver problemas
y enfrentar desafíos
que se presenten, además de
ello, quienes están
en contacto con
el arte no
sólo desarrollan habilidades
de pensamiento sino
que también mejoran
su autoestima y al
encontrar la pasión en
alguna actividad, se
forjan hábitos y actitudes
positivas que les
encaminan hacia el
triunfo personal, es decir, que estar
en contacto con el
arte no
sólo se nutre
a la mente sino
también al alma. Howard Gardner (1994) al indagar sobre
la índole del pensamiento artístico, se
dio cuenta de que
al igual que la ciencia y la
matemática, las artes implican formas complejas de pensamiento, el considera
que los seres humanos somos capaces de un amplio número de competencias
simbólicas más allá del lenguaje y la lógica, como es el caso de los símbolos
presentes en las artes. Desde este enfoque, la habilidad artística humana se considera
una actividad de la mente que transforma
a los individuos y
sus pensamientos.
Una excelente
forma de estimular
en el aula el
gusto y disfrute
del arte de
una forma divertida
es a través
del teatro ya
que por medio de la
práctica teatral los
estudiantes se relajan, liberan, exploran,
experimentan y demuestran
lo que aprenden,
sin embargo no
se trata de
hacer que los
educandos representen obras
de manera mecánica sino
que encuentren el gusto
durante todo el
proceso. La pregunta que
viene a la mente
es cómo incluir
al teatro en
el aula y
bien, la respuesta
es a través
del juego, de acuerdo con Gadamer, “el modo de ser del juego es cercano a la
forma del movimiento de la naturaleza”, así que actuar puede
entenderse como un
asunto natural; en el
aula, lo importante
será crear un
ambiente adecuado para
que los estudiantes
se sientan a gusto,
incluidos y tomados en
cuenta, para ello podemos
echar mano de los
juegos teatrales, los
cuales son experiencias sociales
que están diseñadas
con un propósito
formativo y que permiten que
quien los lleva
a cabo tome
conciencia de su
propia existencia, dichos juegos,
van a tener
componentes clave que
son los sistemas de
comunicación lingüístico y de expresión
corporal.
Los objetivos
de estos juegos
teatrales como lo mencionaba
al inicio del
texto tendrán fines
definidos, los cuales
pueden ser ejecutar la expresión
lúdica, desarrollar la
facultad de imitación, afianzar
el dominio personal,
experimentar las posibilidades
del propio juego
(movimiento, sonido, ruido,
mueca, ademán, etc. ), reconocer
sus propias emociones y/o sentimientos y por
supuesto la estimulación de la mente
en general. Aunado
a todo esto,
los juegos teatrales
también promueven la participación
colectiva estimulando el
espíritu de compañerismo
así como valores
como la empatía, tolerancia, respeto, entre
otros. Entre la
clasificación de los juegos
teatrales se encuentran los juegos
de observación y memoria, los de
imitación, los de
deducción y lógica y
los juegos de palabras, además también
pueden haber juegos
dramáticos organizados de manera
informal (se van siguiendo las
instrucciones en el
momento) o formales (con
reglas claras dadas
previamente), así que proponiendo
actividades que partan
de aquello que
sea natural y
conocido por los
niños hasta ejercicios
más estructurados que
tengan como pieza
clave a la diversión
(juego) será más
fácil guiar a los
estudiantes a que
desarrollen el gusto por el teatro
y vayan moldeando
su personalidad, además de
volverse más camaleónicos, espontáneos y sociales;
el juego social
permite a quien
lo practica, ver
y entender el
mundo desde otra
perspectiva.
Para concluir,
en mi experiencia, favorecer la
expresión teatral en
los niños es fundamental
pues no sólo
es una estrategia
didáctica afín a
muchos contenidos sino
que es una
excelente herramienta que
permite a los estudiantes tener un
sano desarrollo que
los motive a la
cooperación social, a
relacionarse y respetar
a otros, asimismo
a partir del
teatro se pueden expresar
puntos de vista, generar nuevos
conocimientos, tomar acuerdos
y plantear propuestas.
Al favorecer la
expresión teatral no
sólo estamos trabajando
la parte sensible de
los niños sino
también el área
cognitiva, les estamos brindando
herramientas relevantes que les
serán útiles durante
toda su vida
como la observación (primer
paso del método científico), la concentración para
desempeñar un papel,
la mejora de la memoria, el expresarse
eficazmente, reconocer sus sentimientos
y expresar conscientemente sus
emociones, por todo
ello, me parece
importante que quienes
nos dedicamos a la
educación estemos preparados
para abordar estos
temas pues en muchas
ocasiones, compañeros docentes que
no han tenido
el acercamiento adecuado con las
artes, no les
dan importancia pues
la consideran una materia de
relleno sin reflexionar
sobre todas las
bondades que tiene
incluir el arte
en el currículo, así que
conocer estrategias que
podemos incluir en
nuestra planeación para afrontar temas
de manera dinámica como
lo son los
juegos teatrales, siempre
será una excelente
opción para presentar
un ambiente atractivo
y propicio para el
aprendizaje en el
aula.