POR (QUE LO ERES) TODO…GRACIAS
Por: Alejandro García Rueda
Por(que lo eres) todo…Gracias
A veces las palabras se nos escapan, pero
guardé estas para ti:
Gracias, porque acogiste a mi papá cuando no
tenías la obligación de hacerlo.
Gracias, por trabajar incansablemente, desde
las 4 de la mañana, con la única finalidad de apoyar y sacar adelante no solo a
tus hermanos y hermanas, también a tus hijos.
Gracias, por abrir las puertas de tu casa y
darle a mi mamá un lugar en tu familia.
Gracias, por dejarme entrar a tu casa y hacerme
sentir siempre el calor de un hogar.
Gracias, porque sé que detrás de cada chocomilk,
tamal, enfrijolada, gelatina, sándwich, pambazo, gordita o hot cake, el
ingrediente secreto de tu receta fue siempre un te quiero.
Gracias, porque aun cuando te dolían los brazos
siempre los tuviste abiertos para mí.
Gracias, por esa mirada cómplice y esa sonrisa
franca al verme llegar del trabajo.
Gracias, por preocuparte por ver si ya comieron
tus afectos, por cada plegaria y cada oración elevada al cielo.
Gracias, por ser tanto mi ungüento como mi remedio.
Gracias, por enseñarme lo que significan
conceptos como el amor, la bondad y el perdón.
Gracias, por tu cariño, por darme seguridad y
abrigarme con tu confianza.
Gracias por cuidar de mí, por defenderme y
protegerme; por ese ejemplo que me hace sentir orgulloso de ser un García; por
reírte de mis chistes y mover el cielo, la luna y las estrellas con tal de
verme feliz.
Gracias, por transformar las peores situaciones
en momentos inolvidables, por el oro que hay en tu corazón. Gracias por
acompañarme en mis alegrías, por consolarme en la tristeza y aconsejarme con la
voz de tu experiencia.
Gracias por esperar cada semana para recortar
el semanario, guardar cada columna publicada y autonombrarte mi fan (tú y yo
sabemos que de grande quiero ser como tú).
Gracias, por ser mi maestra, mi consejera, mi
mejor amiga, pero sobre todo por darme el honor de ser tu nieto.
Desde hoy, si me levanto, es por ti.