Especial

Predecir un futuro ¿?

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Por: Norma Carretero Rojano

 

Los futurólogos son aquellas personas expertas, que con ayuda de la ciencia pueden “predecir un futuro”.

Sus fuentes principales son los hechos científicos, que no tienen nada que ver con charlatanería o embrujamientos, son sumamente analíticos y visionarios, con altos grados de complejidad en sus pensamientos.

Uno de los grandes futurólogos del siglo pasado lo ha sido el famoso escritor Rusell L. Ackoff. Dentro de sus obras más destacadas se encuentra “Rediseñando el futuro”, donde aborda cuestiones cibernéticas, es decir, la relación hombre maquina.

Algunas veces, solemos echar a volar la imaginación imaginándonos un futuro. Hacemos cualquier cantidad de suposiciones respecto de lo que pasará con la humanidad, los avances tecnológicos, la ciencia y la tecnología y, de qué manera permearán la vida de futuras generaciones, ¿cómo mutará la raza humana cuando el tipo de alimentación cambie?, ¿cómo será su apariencia y que nuevos cambios habrá en el cuerpo humano?. Por un lado nos encontramos con la falta de recursos naturales, con el calentamiento global y la lucha del ser humano por ir en contra los designios de la naturaleza.

La futurología se basa en patrones de todo tipo, es decir, al realizar estudios, se eligen muestras poblacionales de fenómenos ya vividos: patrones sociales, biológicos, genéticos, económicos, etcétera, dependiendo de lo que se pretende “predecir” a través de la probabilidad y la estadística inferencial.

Durante la educación primaria se nos enseña que, por ejemplo, la gente de raza negra con sus características de hombres y mujeres corpulentos y cabello muy rizado, se debe al clima del lugar en donde habitan y que su complexión se ha venido adaptando a lo largo de la historia de la humanidad para resistir las altas temperaturas de sus lugares de origen, lo sinuoso de sus caminos y la escases de agua para el desarrollo de seres vivos y vegetación. En otros lugares del planeta pasa lo contrario, es tan poco el sol que alumbra, que la gente tiene la piel muy blanca y las condiciones alimenticias son otras. Los seres vivos tienden a irse adaptando a sus diferentes hábitats, pasa también con los animales, existen peses en el fondo del mar donde no llegan los rayos del sol jamás y entonces tales peses son ciegos, pues no necesitan el sentido de la vista para orientarse, desarrollando otros sentidos de orientación como lo son el oído, el olfato, el tacto, entre otros.

Pareciera que no tiene que ver un tema con otro, pero analizándolos podemos más o menos darnos una idea de cómo los futurólogos van examinando cada fenómeno, cada suceso y proyectando conclusiones interesantes.

Lo cierto es que muy probablemente a nosotros ya no nos toque ver tales mutaciones, si bien es cierto que estamos viviendo y experimentando fenómenos naturales nunca vividos en nuestras generaciones, no es menos cierto, que entre una y otra era han tenido que pasar miles de millones de años para gestarse cambios radicales tanto en el comportamiento humano como en el reino animal y sus ecosistemas, sin embargo no hay que dejar de lado el hecho de que en las últimas dos década, por lo menos, los cambios se han dado de manera exponencial.

 

“No te preocupes por el futuro, mejor decide cómo enfrentarlo”. Anónimo.

 

E mail: jurídico_coatepec@hotmail.com

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