Primer debate de los candidatos a la Presidencia
La otra versión:
René Sánchez García.
El pasado domingo 22 de abril se llevó a cabo en las instalaciones del Palacio de Minería de la UNAM, el primer debate de los candidatos a la Presidencia de la República. Participaron Margarita Zavala (Independiente), José Antonio Meade (Pri), Ricardo Anaya (Pan), Andrés Manuel López Obrador (Morena) y Jaime Rodríguez Calderón (Independiente). El debate fue promovido por el Instituto Nacional Electoral (INE), a fin de que los aspirantes expusieran sus ideas en torno a los problemas más importantes del país. Faltan dos debates, donde se abordaran otros distintos problemas nacionales. Se pretende informar debidamente a los mexicanos para que estos decidan por quien votar el próximo primero de julio.
La verdad dejó mucho que decir este primer debate entre candidatos. En lo personal esperaba que cada uno de ellos expusiera las propuestas específicas de solución a los problemas que más nos aquejan a los ciudadanos. Pero desafortunadamente resultó más que debate de ideas, la ocasión ideal para criticarse sobre las cuestiones personales de cada uno de ellos. Si bien al final los cinco contendientes se dicen ganadores, la verdad es que ninguno de ellos merece aprobación. Si vemos y escuchamos de nuevo el debate, encontraremos sin lugar a dudas nada nuevo, sólo la repetición de los spots de la campaña que ya son del conocimiento del auditorio. Me parece una verdadera infantilada, acusar a AMLO de tener tres departamentos, como si los demás aspirantes vivieran pagando renta en sus mansiones de la C de M y del extranjero.
Se notó que de antemano había ya una línea que seguir. Todos contra todos, pero principalmente todos en contra de Andrés Manuel López Obrador, puntero indiscutible en todas las encuestas nacionales. Más que nuevas propuestas para poner alto a la inseguridad y la violencia, lo que se vio fue hacer mostrar que López Obrador sigue siendo un peligro para México y los mexicanos. Quien verdaderamente no se midió en contra del tabasqueño fue Ricardo Anaya del Pan, pues considero que lo mencionó cerca de 50 veces en las dos horas que duró el debate encartonado. Y aunque ya se escuchan voces de decepción por que AMLO no se defendió y no amplió las ideas, lo cierto es que él cuidó su ventaja y no arriesgó para nada su popularidad. Esos ataques personales en su contra, lo hicieron finalmente más popular, según analistas del debate.
Esperemos que el segundo debate sea más propositivo y centrado en lo que verdaderamente importa a la ciudadanía y el que el INE ponga orden.
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