¿Qué festejan en los Pinos?
Por: Pedro Peñaloza
“El orden social a cambio de libertad es un mal trato”
Marqués de Sade
1. Mitos, dogmas y sofistas. A raíz del inminente «planchado» total de las leyes secundarias de telecomunicaciones y energía, el presidente Peña y su círculo íntimo, ya chocan las copas de júbilo y de satisfacción. La dogmática determinista y de prospectiva con pies de barro, permiten que la clase política dominante y sus testaferros desplieguen banderas de triunfalismo y de futuro luminoso. Los jefes de los centros financieros transnacionales ya palmean el hombro de los dueños del poder político en México. Por supuesto las promesas de crecimiento y hasta de desarrollo, de disminución de tarifas y de paraísos salariales sólo son la maleza que encubre la intervención hegemónica y sin taxativas de la burguesía globalizada y sus filiales locales.
2. Corte de caja y realidad vergonzosa. Se dice y debe ser cierto, que el inquilino transitorio de Los Pinos ya está preparando los spots publicitarios de su segundo informe de Gobierno. ¿Qué nos podrá informar el joven imberbe? ¿Se atreverá a contradecir a la poderosa mujer, Christine Lagarde, que hasta ella afirma que la pobreza en México se mantiene aún en un nivel elevado? (Jornada 27/jun/14). O quizá, nos informe que el selecto sector de veintidós grupos financieros que operan en el país concentró activos totales por 6 billones 707 mil millones de pesos en marzo pasado, cifra que representa cerca de 40% del Producto Interno Bruto (PIB) calculado para este año; y que éste grupo obtuvo de utilidades en este periodo por 25 mil millones de pesos; al mismo tiempo, posiblemente se festine que, sin informar con montos o proyectos específicos sobre el cumplimiento de su compromiso de invertir 27 mil millones de dólares el año pasado en el país, el consejo mexicano de negocios (antes consejo mexicano de hombres de negocios) anunció al titular del Ejecutivo, que en 2014 invertirá 450 millones de dólares más que la cifra original. La mayoría de los inversionistas se dividen en el sector alimentario (Bachoco, Bimbo, Grupo Lala, Grupo Embotelladoras Unidas); telecomunicaciones (Softtek); industria general (Frisa y Proeza); y construcción e infraestructura (ICA). Seguramente, el Presidente omitirá decir que estos empresarios son, junto con los banqueros, los que obtienen el mayor monto de ganancias. Pequeño olvido.
3. Ganancias máximas, salarios mínimos. En contraste con el mar de cifras del punto anterior, en el primer semestre del 2014 las empresas otorgaron aumentos salariales «mínimos» y 75% de las que tenían que revisar prestaciones dieron «cero aumento» en este rubro. Sólo dos sectores de la economía obtuvieron aumento salarial por arriba del promedio: Químico-petroquímico y automotriz. Sin embargo, en ambos no se reportó un aumento en generación de empleos. Además, sólo 25% de las empresas incrementaron las prestaciones en ¡0.91%! en promedio. El chantaje es remiso: o salario o empleo. No debemos perder de vista que el salario mínimo hoy representa una cuarta parte del salario real de 1996. Dicho monto se ubica muy por debajo en relación a otros países de menor nivel de desarrollo, como son los casos de Panamá o Costa Rica, donde el mínimo es de 451 y 489 dólares mensuales, respectivamente, mientras en México es cercano a 139 dólares. De haberse mantenido la política salarial de finales de los años 70, el mínimo tendría que ser de 10 mil 800 pesos mensuales y no como ahora que es de 2 mil pesos (Observatorio del Salario de la U. Ibero-Puebla).
Epílogo. El capitalismo ha vuelto a entrar en línea de colisión con la democracia. Las señales se acumulan: bajo crecimiento, tendencias deflacionistas, endeudamiento, desempleo, bajos salarios, pobreza y desigualdad (Antón Costas, El País 20/julio/14). ¿Que festeja ciudadano presidente?
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