¿QUÉ PODEMOS HACER EN FAMILIA?
¿QUÉ PODEMOS HACER EN FAMILIA?
*Artículo realizado
con base en el libro:
“Familias y
escuelas” de Sam Redding
Por Mtra. Irasel
Negrete Ronzón
“La familia es base de la sociedad y el lugar
donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante
toda su vida.”-Juan Pablo II
Recuerdo
cuando era niña
que me causaba
mucho asombro que
yo preguntara a
mis papás el
significado de palabras
que yo desconocía y
ellos siempre supieran
los significados, o
que cada vez
que tenía alguna
duda respecto a la resolución
de problemas de
matemáticas, ellos me
podían apoyar fácilmente,
para mí, como
niña pequeña mis
papás me parecían unos
súper héroes que
siempre sabían todas
las respuestas, además de
ello como a ambos
les gusta leer, a
mi hermano y a mi
nos compraban cuentos
infantiles o historietas que nos atrapaban y
releíamos cantidad de
veces hasta esperar
a la siguiente
compra que hicieran
nuestros papás; pensar en
todo esto me
motivó a redactar
este artículo que
tiene mucha relación
con lo que Redding
comenta en su
libro.
Yo
creo que todos
podemos coincidir en que
el primer lugar
donde se aprende
es en casa y
no sólo eso,
sino que es en el
núcleo familiar donde
nos apropiamos de
un sinfín de
herramientas, valores, ideas y hábitos que se
refuerzan en la
escuela y en la
comunidad y como en la
época actual nuestras
vidas (aun con la
pandemia) son vertiginosas y
los adultos en
ocasiones nos comportamos
como seres “multi-task”, podemos estar
descuidando algunos aspectos
de nuestra convivencia
que podrían apoyar
a niños y
niñas así como
a adolescentes a
tener una mejor formación
entendida esta como
una educación en
donde los adultos
sean modelos de
aprendizaje y las
prácticas familiares favorezcan
no sólo el
aprendizaje sino motiven
el gusto por aprender.
Ahora
bien, para iniciar, es
importante que los
tutores sean conscientes
del papel que
desempeñan en la
formación de las nuevas
generaciones y aunque
pueda parecer anticuado,
reflexionar acerca del
contenido de pláticas que tienen, el vocabulario utilizado
y el contenido mediático
que consumen frente a ellos
debería de recobrar
importancia ya que
los estudiantes reflejan lo
que ven en
casa, por lo que
ofrecerles una educación
en casa positiva, sana, orientada al
respeto, la dignidad, la resiliencia, el cuidado
del medio ambiente,
el interés por
la historia, el gusto por la
actividad física, la cordialidad, el
autoconocimiento y el
autocuidado, entre otros temas,
estoy segura que
les abrirá las
puertas en cualquier lugar
que vayan.
Sam Redding investigador
y Director del Instituto de Desarrollo Académico y
editor del School Community
Journal nos propone para
potenciar el aprendizaje
establecer rutinas
en casa como
son determinar un tiempo para
el estudio dándole prioridad al
trabajo escolar y a la
lectura en lugar
de actividades de
ocio o pasar
horas en las
redes, dichas rutinas
deben dar espacio
también a la comida (verificando
que sea nutritiva)
así como a las
horas de sueño
sin dejar de
lado actividades recreativas
o de disfrute
pues se busca
un equilibrio en
la vida; aparte
de tener estos
horarios es importante
que se cuente con
un espacio para
la realización de las
actividades escolares y es
que el
contar con un área que
favorezca la concentración
incidirá positivamente en
el aprendizaje, otro
de los consejos
que nos brinda
muy atinadamente es
que desde la familia
se impulse a la práctica
de deportes, actividades físicas,
juegos o pasatiempos
que tengan un
valor educativo pues
no sólo estaremos
eliminando el sedentarismo
sino también a
través de las mismas
podemos estar inculcando
en ellos valores
indispensables para convivir,
superarse, ser perseverantes, y
emprendedores. Algo que
considero como esencial
para que los
niños y adolescentes
se sientan motivados
a aprender es
que sus padres
o tutores tengan
altas expectativas de
su desempeño así como
que estén al
pendiente de su
desempeño escolar , de
su crecimiento y superación
personal.
Por
otro lado, en la
escuela podemos implementar
estrategias para promover la
comunicación con las
familias, probablemente
ahora con el
confinamiento esto se
nos complica un
poco pero unos
ejemplos son hacer reuniones
para informar sobre
los avances de
los hijos, proponer una
dirección electrónica que
sirva como buzón de
sugerencias, hacer tarjetas digitales
de felicitación, implicarlos
en las tareas que se
les encarguen a los
estudiantes y ya cuando estemos
en clases presenciales
podemos enriquecer todo
esto con el
periódico escolar,
encuentros de puertas
abiertas padres-profesores y
aquella estrategia que
teníamos en Telesecundaria que
era la “Demostración
de lo aprendido” en
donde con los
alumnos y alumnas hacíamos
exposiciones, galerías, ferias
de conocimiento por
mencionar algunos ejemplos en donde
nuestros invitados de
honor eran las familias.
Después
de todo lo anterior
podemos tener varias ideas
para aplicar en
casa y motivar
el aprendizaje, así que ¡manos a
la obra!