¿QUEMAR LOS LIBROS DE TEXTO?
¿QUEMAR LOS LIBROS DE TEXTO?
René Sánchez García.
Apenas
hace unas semanas, la SEP anunció que en el mes de agosto se iniciaría en todo
el país la distribución de los nuevos libros de texto para la educación básica
(en sus diferentes modalidades y grados) y como acto de verdadera magia
comenzaron las inconformidades en contra, por parte de algunos sectores
sociales bien conocidos, argumentando, que después de una puntual lectura que
realizaron, dichos textos escolares contienen errores, omiten saberes
importantes, dañan valores y principios morales, pero sobre todo, están
cargados de una ideología de tipo socialista, que pone en peligro la integridad
futura de los niños y las niñas.
Así se inicia el ciclo escolar
2023/2024 en México. Algunas televisoras comerciales, medios de comunicación
masiva privados, así como varias redes sociales, se han encargado a través de
sus “comunicadores”, difundir a cada instante que los libros de texto gratuitos
son un verdadero peligro. Entre las acciones futuras que se tienen programadas
por dichos sectores inconformes están: protestas, marchas, amparos judiciales y
todo lo que se pueda, con tal de no permitir por ningún motivo la distribución
de los libros, hasta que se convoque a los especialistas, maestros, padres de
familia, ministros religiosos y la sociedad, a crear otros mejores y “no la
basura que editó sin consulta alguna la SEP”.
Desde mi punto de vista
personal, el rechazo nada tiene que ver con los contenidos pedagógicos y
culturales de dichos textos educativos. Es aprovechar el momento de la futura
contienda electoral para elegir al representante del poder ejecutivo y las
cámaras del poder legislativo del 2024, para crear confusiones entre el
electorado y dañar la imagen del partido político mayoritario en México, creado
hace muy pocos años por López Obrador. Pero igual es un cobro de factura de los
empresarios por no haber sido tomados en cuenta y beneficiados durante estos cinco
años de gobierno federal. Para este caso, el más dañado es la industria
editorial mexicana que fue descartada del negocio en este 2023.
Ya la gobernadora del Estado
de Chihuahua logró que en su entidad no se repartan dichos textos. Y amenazaron
con hacerlo también Nuevo León, Guanajuato, Jalisco y otro más que no recuerdo.
Ya en las redes sociales aparecen consignas que indican que deberían quemarse
dichos textos de jardín, primaria y secundaria, como una de las más eficaces
maneras de protesta y es casi seguro que se realizarán estos vergonzosos actos
en contra de la cultura. Lo anterior me hizo recordar un cuento que lleva por
nombre: La Muralla y Los Libros, del
escritor argentino Jorge Luis Borges, aparecido en su Antología personal, del año de 1961.
Se trata de un pasaje del
primer Emperador de China, Shih Huang Ti, quien construyó la primera parte de
la famosa muralla para defenderse de los bárbaros, borrando así el sistema
feudal, sustituyéndolo por un fuerte imperio. Igual, mando quemar todos los
libros, a fin de que la oposición no invocara o alabara a los antiguos
gobernantes. La quema, tenía como objetivo borrar todo el pasado, incluida la
infamia de su madre. Borges hace la siguiente interpretación metafórica de
estos dos actos inútiles.
“Acaso
la muralla fue en desafío y Shin Huang Ti pensó: Los hombres aman el pasado y
contra ese amor nada puedo, ni pueden mis verdugos, pero alguna vez habrá un
hombre que sienta como yo, y ése destruirá mi muralla, como yo he destruido los
libros, y ése borrará mi memoria y será mi sombra y mi espejo y no lo sabrá.”
“Acaso Shih Huang Ti amuralló el imperio porque sabía que éste era deleznable y
destruyó los libros por entender que eran libros sagrados, o sea libros que
enseñan lo que enseña el universo entero o la conciencia de cada hombre. Acaso
el incendio de las bibliotecas y la edificación de la muralla son operaciones
que de un modo secreto se anulan”.
sagare32@outlook.com