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RESURRECCIÓN…

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La Resurrección, cuya raíz latina surgere, quiere decir, aparecer, manifestarse, o surgir y se describe como volver a vivir; la RESURRECCIÓN de Cristo, o sea, el regreso a la vida de JESÚS, es la más importante fiesta de la fe cristiana. Para esta gran gala, la iglesia católica se provee y promueve un ámbito de consideración a los desamparados, de invocación, de cavilación, y de socorro a nuestros requerimientos. Esta preparación se extiende cuarenta días, de ahí su nombre Cuaresma, que también viene del latín quadra gesima o cuadragésima.

El número cuarenta en la Biblia, significa el tiempo necesario para alcanzar un acontecimiento importante, verbigracia: cuarenta días tardó el diluvio en acrisolar la tierra; Moisés, en el Monte Sinaí, esperó cuarenta días y cuarenta noches a que Yavé le entregara la edición de sus Tablas, como también destinó cuarenta años para que su pueblo arribara a la tierra prometida; a Goliat, el gigantón filisteo, le llevó cuarenta días y cuarenta noches burlarse de los israelitas, hasta que una inclemente piedra que el joven David arrojó, le percutió la testa. El profeta Elías, una vez que desayunó la torta tomada de las piedras calientes, caminando cuarenta días y cuarenta noches, muy orondo llegó hasta Horeb, el monte de Dios; Jonás, después del desembuche del ballenato, se fue con los ninivitas a pregonar que se arrepintieran y tomaran providencias porque en cuarenta días la ciudad sucumbiría (qué bueno que le hicieron caso); Jesús preparó su misión en un páramo, ayunando y orando cuarenta días y cuarenta noches.

Este pasado 14 de febrero, día del patrono de los enamorados, San Valentín, inició la Cuaresma con el llamado MIÉRCOLES DE CENIZA, rito que nos lleva a recordar que la vida es efímera y que un día nuestro cuerpo se convertirá en polvo y solo quedarán nuestras obras buenas o malas, por eso, cuando el cura nos pone la insignia de la ceniza en la cabeza, se nos revela que no es tan importante vivir solo para lo material, es decir, para qué tanto brinco, si el suelo está requeté parejo.

La Cuaresma nos invita a suspender, tan solo un ratito, la prisa con la que andamos, para meditar y para balancear nuestro proceder; lo que hacemos o hicimos mal simplemente corregirlo y lo que hacemos bien, mejorarlo, esto incluye la salud, relación personal, relación en el trabajo, en nuestra profesión, en lo económico, en nuestra actividad y en nuestra productividad.

Esta Cuaresma nos lleva de la mano hasta la puerta del 25 de marzo, día que celebraremos el Domingo de Ramos de la Pasión del Señor o sea el inicio de la Semana Santa, y ésta culmina el próximo 1 de abril, DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

Amigos, «Aquel que tiene fe no está nunca solo» es lo que el historiador Tomás Carlyle nos dice; — ¡cuánta razón de este viejote!… Felices vacaciones —los que vayan a tener—

¡Ánimo ingao…!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

 

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