Roma, la película mexicana
La otra versión:
Por René Sánchez García.
Ya casi al terminar el pasado año, tuve la fortuna de admirar una buena película mexicana producida en el 2018. Se trata de Roma, un film dirigido, escrito, cofotografiado y coproducida por el excelente cineasta Alfonso Cuarón. Se trata de una obra de tipo dramático (para algunos), aunque también catalogada como de ficción (para otros), donde se narra con imágenes los recuerdos vividos de la infancia de Cuarón, cuando éste vivía con sus padres (pertenecientes a la clase media) en la Colonia Roma de la Ciudad de México, allá por los inicios de los años setenta del siglo pasado.
Para darle ese sabor antiguo, la película se filmó en blanco y negro, o bien, en tonos de varios grados de obscuridad, tal y como se hacía con las películas producidas en los años cincuenta y sesenta en México. Alfonso Cuarón llamó a varios jóvenes para protagonizar Roma, tales son los casos de Yalitza Aparicio, Mariana de Tavira, Nancy García García, Marco Graf y Daniela Demesa. Dos de ellas de origen indígena, recordando a las dos jóvenes mujeres que trabajaron como domésticas en su casa cuando Cuarón era niño.
Quizá la trama sea bastante sencilla, pero retrata muchas de las costumbres y formas de ver la vida de esos años. Se incluyen pasajes de los problemas estudiantiles de aquella época, cuando el país estaba a cargo del presidente Luis Echeverría Álvarez, como son los casos de violencia por parte de la policía capitalina y la preparación física (artes marciales) de los grupos de represión que se utilizaban en esos años. La ambientación se complementa con los autos de la época, así como por el vestuario y la música de esos años del ayer.
Se ve allí a una familia sencilla y con estudios profesionales que trabaja para dar alimentación, educación y recreo a sus hijos; misma que se entrelaza con la visión del mundo de las dos trabajadoras domésticas indígenas, que si bien no son explotadas, si son víctima de la inexperiencia dentro de esa gran ciudad. La actriz principal es violada por su supuesto novio, quien no acepta la paternidad del niño que viene en camino y que al final muere en una de las salas del IMSS. Dicha protagonista (Yalitza Aparicio) con ese sentido de maternidad, salva del ahogo al niño de la familia en una de las playas de Tuxpan, Veracruz.
La película al estrenarse fue ovacionada y puesta en lista de nominación para el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde obtiene el León de Oro como premio. Después, fue seleccionada para representar a México como la mejor película de habla no inglesa para la edición 91 de los Premios Oscar. Incluso el diario El País fue criticado duramente por mencionar a Roma como la película donde trabaja una sirvienta. Después incluso por el origen indígena de la ahora actriz (quien por cierto es maestra en un Jardín de Niños para indígenas en su estado natal) y su vestimenta sencilla que utilizó en la entrega de dicho premio internacional.
