SER FEMINISTA
La otra versión:
René Sánchez García
Un tema
social actual de importancia vital para la convivencia humana es sin duda
alguna la lucha que han venido realizando las mujeres en el mundo, a fin de
lograr la igualdad de derechos ante los hombres. El feminismo es una categoría
social de estudio, de investigación y de análisis para explorar el papel de las
mujeres ante el mundo actual, caracterizado por la dominación que ha ejercido
el hombre desde hace miles de años en todas las sociedades y culturas del mundo.
En donde el hombre tiene el poder y la mujer es subordinada, desde que nace
hasta que muere.
Chimamanda Ngozi Adichie es
una mujer nigeriana (país del África negra) que vive de manera alternada en
Estados Unidos y en su país natal; misma que aparte de ser una excelente
profesionista y docente universitaria, es también una muy buena poeta,
escritora de ensayos y novelas; defensora férrea y activista de los derechos
humanos en el mundo; pero sobretodo una mujer que ha sido testigo de los
comportamientos y conductas de los hombres ante las mujeres en sociedades
diferentes del mundo. Ella ha vivido en carne propia esta injusticia, pero
también la ha estudiado a fondo, así como temas relacionados del feminismo como
lo son la inmigración y el sexismo.
En esta ocasión deseo platicar
a ustedes sobre el contenido de una conferencia que ella dictó en su tierra
natal en el año de 2012 y que posteriormente revisó para publicar, se trata de Todos
deberíamos ser feministas, libro que le publicó la editorial Ramdom House,
escrito en un estilo claro y directo y en donde describe lo que significa ser
feminista en pleno siglo XXI, proporcionando una serie de ideas para hacer de
este mundo un lugar más justo, esto es, “un mundo de hombres y mujeres más
felices y más honestos consigo mismos”. Sobre estos temas se suman sus libros La flor púrpura, así como Medio sol amarillo, que han sido bien
recibidos por la crítica literaria norteamericana y ha abierto la discusión en
los países africanos.
El ensayo no es un texto donde
se expone teoría o historia sobre los movimientos y luchas de las mujeres por
lograr la igualdad, es la suma de una serie de observaciones y quizá entrevistas
que llevó a cabo a lo largo de su carrera profesional y que al final concluye
que ya es necesario que “es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras
hijas de otra forma y también a nuestros hijos”. No se trata de odiar a los
hombres, sino fundamentalmente de eliminar los añejos estereotipos sociales y
culturales que no permiten diseñar un plan para tener un mundo distinto y una
sana convivencia entre hombres y mujeres. Sostiene a lo largo del texto que ser
feminista no es cosa exclusiva de las mujeres, sino de todos.
Los lectores mencionan que el
libro Todos deberíamos ser feministas,
debería ser de lectura obligatoria para todos los profesores, pero
principalmente de los padres de los niños y niñas. Queda entonces pendiente que
en otra ocasión les comente su más reciente trabajo de esta misma autora, se
trata de Querida Ijeawele, Cómo educar en
el feminismo, que es una hermosa carta a su hija.
Sagare32@outlook.com
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