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¿TENGO UN CRÉDITO O UN PRÉSTAMO?

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¿TENGO UN CRÉDITO O UN PRÉSTAMO?

Según el sitio web del gobierno de Argentina: “Un préstamo es una suma de dinero que una entidad o persona entrega a otra a cambio de un precio determinado, que se establece comúnmente a través del pago del capital inicial más los intereses (es decir, el monto inicial prestado más lo que te cobra por prestarte), distribuidos en un período de tiempo determinado.” Por otra parte “Se denomina crédito a la cantidad de dinero que una entidad o persona pone a disposición de otra (cliente). Al cliente no se le entrega la cantidad total al inicio de la operación, sino que podrá usarla según las necesidades de cada momento, utilizando una cuenta o una tarjeta de crédito, y abonando intereses sólo por el dinero efectivamente utilizado. A medida que devuelve el dinero podrá seguir disponiendo de más, sin pasarse del límite establecido (Argentina.gob.ar, 2020).”

 

Recuerdo que tenía yo cinco o seis años cuando en una de las tantas ocasiones que de mañana iba con mi papá a la unidad deportiva Vicente obregón de Acayucan, Veracruz, al calor de la conversación donde mi padre platicaba aventuras, anécdotas, contaba películas, explicaba libros, y qué decir de su pasión: la historia; me declamó la fábula “Los dos conejos” de Tomás de Iriarte, que me permito transcribir a continuación:

Por entre unas matas, 
seguido de perros 
-no diré corría- 
volaba un conejo.

De su madriguera
salió un compañero, 
y le dijo: «Tente, 
amigo, ¿qué es esto?»

«¿Qué ha de ser? -responde-; 
sin aliento llego…
Dos pícaros galgos 
me vienen siguiendo».

«Sí -replica el otro-, 
por allí los veo… 
Pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos».

«¿Qué? ¿Podencos dices? 
Sí, como mi abuelo. 
Galgos y muy galgos; 
bien vistos los tengo».

«Son podencos, vaya, 
que no entiendes de eso». 
«Son galgos, te digo». 
«Digo que podencos».

En esta disputa
llegando los perros, 
pillan descuidados 
a mis dos conejos.

Los que por cuestiones 
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.

En alguna ocasión me plantee la duda anteriormente mencionada. Hoy, a más de 15 años de esa pregunta,  no puede más que acordarme de la fábula de los dos acreedores de los conejos: uno de ellos mencionaba que era un galgo y otro de ellos un podenco ibicenco (perro español procedente de Ibiza), que al verlos, efectivamente, es muy difícil diferenciar uno de otro y aún mas a la distancia.

 

A veces se repara en jergas innecesarias, en nombres rimbombantes, o en definiciones correctas, cuando el problema verdadero no se toca ni con el pétalo de una rosa. Sean galgos o podencos, los que  perseguían a los conejos eran perrros; sea un préstamo o un crédito, la palabra correcta para ambas situaciones es deuda. Y más allá de que me haya hecho esta interrogante por pura curiosidad, el objetivo es el mismo: salir de deudas o huir de los perros (quizá debí haber escrito la conjunción “y” en lugar de “o”). Recuerde estimado lector, haga un uso responsable y sabio del dinero.

 

Quintín Vallejo López

 

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REFERENCIAS

¿Cuál es la diferencia entre un préstamo y un crédito? (2020, 2 diciembre). Argentina.gob.ar. https://www.argentina.gob.ar/inclusion-financiera/personas/credito/saber