TOKIO 2020
Finalizaron las olimpiadas
de Tokio, Japón, nos queda un grato sabor que perdurará por siempre, porque son
los juegos de la pandemia Covid-19. No obstante, fue realizada con éxito por el
pueblo japones. En estas competencias de alto rendimiento, los atletas se
regocijaron así mismos en su gloria, otros en amargura, lágrimas y frustración
al no alcanzar sus objetivos, pero todos son dignos de un aplauso y unas
palabras de aliento que estuvieron ausentes, porque las butacas estaban vacías
en todos los escenarios olímpicos.
El domingo ocho de agosto durante la clausura, se apreció
la riqueza cultural del pueblo japones, fueron capaces de levantarse entre las
cenizas de la guerra para edificar un país de alta tecnología que va a la
vanguardia de las mejores del mundo. Las luces artificiales iluminaron el cielo
de mil colores, el taiko fue golpeado rítmicamente rompiendo el silencio. El
canto y la música entrelazaba a las razas de la creación. Las palabras de Thomas
Bach, parecían penetrar en el alma del mundo deportivo, anudando muchas
gargantas. fue emotivo escuchar la marsellesa en el cambio de estafeta, pues
Francia es la próxima sede.
Fueron los juegos del silencio y la ausencia de voces y
aplausos, pero que nos dan un sólido ejemplo de la fuerza poseedora del pueblo
del sol naciente, para fortalecer la hermandad y la amistad entre la humanidad.
Gracias Japón por permitir que se realizaran la olimpiada. Los atletas rieron,
sufrieron angustia, dolor, esfuerzo, nervios e incertidumbre y alegría, todas
estas emociones son parte de esta guerra deportiva y pacífica que tiene sus
orígenes en la vieja Grecia, para los más antiguos la Hélade.
La delegación mexicana, nos representó dignamente. Puesto
que los atletas fueron capaces de vencerse a sí mismo, para cruzar la línea de
meta en cada una de las disciplinas en las que participaron. No estamos de
rodillas, nuestra delegación es digna de reconocimiento de parte de cada
mexicano, de un aplauso desde el fondo del corazón y de un arigato al estilo japonés.
En Coatepec, Veracruz, fueron vitoreados todos los
guerreros deportivos, haciendo énfasis en los maratonistas: Daniela Torres;
Úrsula Patricia Sánchez; Juan Joel Pacheco Orozco; Jesús Santana Marín y Jesús
Arturo Esparza; lo mismo que a su entrenador Enrique Hernández. A quienes se
les alentó de todo corazón desde la Unidad Deportiva “Roberto Amorós Guiot”,
durante los agotadores 42:195 kilómetros que marca la ruta del Maratón.
En el salón de usos múltiples se instaló una pantalla
gigante, de esta manera fue posible acercarse al escenario en el que competían
nuestros atletas para animarlos y agradecerles su valiosa participación en la
olimpiada de Tokio, Japón. Aquí los esperamos nuevamente de visita.
Se queda presente el clásico de Claude Debussy, Claro de
luna, arrullando sutilmente el escenario olímpico, y un arigato que adormecía
la llama olímpica vestida de nostalgia y muchos recuerdos que jamás se
olvidarán. Nos vemos en Francia 2024.
En la Unidad Deportiva “Roberto
Amorós Guiot” se está rehabilitando la cancha de frontenis para que armonice
con el campo tres de futbol y embellecer aún más la parte baja. Es trabajo del
patronato presidido por Antonio Clement Cuellar, el administrador Martín
Blásquez Ojeda, ambos involucrados en lo que necesita este lugar, pero todo
supervisado por el “Tigre” don César Guzmán Ruíz, presidente de vigilancia del
patronato en mención.