TRATO INDIGNO A XALAPA
Por Uriel Flores Aguayo
Desde hace varios años Xalapa viene padeciendo
atropellos y saqueos de parte de autoridades Estatales. A manos de policía y
tránsito estatales la ciudadanía sufre demoras, vejaciones y merma a su economía.
Es un sistema oficial desplegado a la luz del día impunemente. Consiste en la
colocación de retenes sin ton ni son, donde se transgreden garantías
constitucionales y se generan todo tipo de molestias a los automovilistas, como
en situación de guerra o circunstancias de peligro.
Es obvio que no hay alguna estrategia de política
pública ni un despliegue profesional que sea necesario. Sin criterio, la
policía detiene a quien quiere al azar. Es un atropello que normalmente termina
en daños al patrimonio de la gente y en extorsiones. Pasan gobiernos, de todos
los colores, y continúan las mismas prácticas que afectan y desprecian los
derechos y las libertades de la ciudadanía. Urge una revisión de esos métodos
que deben llamarse de inseguridad. Es un problema en el que debe intervenir el
Cabido xalapeño. El otro asunto grave es el de las grúas privadas. Igual, un
jugoso negocio de años. Es todo un sistema empresarial en coordinación oficial.
Estamos ante el mayor atentado al patrimonio de las personas. Es una especie de
saqueo cotidiano. Es impresionante el desfile de las grúas llevando autos de
gente confiada. Primero llenaron las calles de discos con prohibición de
estacionarse, se justifique o no. Después introdujeron docenas de grúas para
hacer el gran negocio. El fondo es la recaudación, no la vialidad ni la
preservación de áreas sensibles como hospitales, cuarteles o instalaciones de
bomberos. No les importa el orden, lo suyo es el negocio. Su prepotencia les
permite cobrar sin justificar con recibos fiscales. Podrían simplemente las
autoridades de tránsito retirar la placa o algún documento del infractor, sin
embargo, el negocio es otro. Ambos problemas, el de los retenes y las grúas,
son una afrenta a Xalapa, nos colocan en una situación indigna. Difícilmente
por sí mismo el Gobierno Estatal hará algo para remediar esta situación. Es
tarea de una ciudadanía crítica y participativa, que entienda el fondo de estos
problemas, que busque información legal y no se deje. Aquí hace falta la acción
del Ayuntamiento, cuyo Cabildo debe deliberar al respecto y tomar medidas
concretas. Es fundamental que hable con las autoridades estatales y se
coordinen sobre estos asuntos. No es tan difícil resolverlo de acuerdo a los
intereses de la ciudadanía. Por supuesto se requiere visión, compromiso y
valor. Es de esperarse que haya la voluntad política de los ediles para entrar
en materia. Me parece que hará falta una sesión especial del Cabildo para
abordar estos problemas.
Además de legal es una cuestión de voluntad política
del Cabildo, en general, y del alcalde, en particular. Es una curiosidad saber
hasta dónde están dispuestos a enfrentar lo que es un abierto negocio de
empresarios y funcionarios estatales. Los ediles deben decidir si se quedan en
las labores rutinarias y básicas o si, por el contrario, dan pasos mayores, de
compromiso con sus gobernados. No deben obviar que son la autoridad municipal
electa, que resultan lo más cercano a la ciudadanía. En ese sentido no deben
eludir sus responsabilidades. Es inconcebible que sobre asuntos claves para
Xalapa quienes definan sean funcionarios designados y provenientes de otros
municipios o de otras entidades federativas. Lo que decida el Ayuntamiento
determinará si representa un cambio y algo mejor.
Recadito: a estas alturas
ya no se esperan gobiernos de izquierda, solo que funcionen.
ufa.1959@gmail.com