UN ADIÓS A VARGAS LLOSA
UN ADIÓS A VARGAS LLOSA
René Sánchez García
El pasado domingo 13 de este mes de abril, se dio a conocer la noticia del deceso del escritor
peruano Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, a la edad de 89 años, sucedido en la
ciudad capital, tras lidiar con una penosa enfermedad terminal. Él había nacido
un 26 de marzo del año de 1936. Desde sus años tempranos se dedicó tanto a la
lectura como a la escritura, siempre en contra de la voluntad de su padre,
quien, para desanimarlo de tal tarea, lo inscribió en un colegio de milicia.
Allí se inició a escribir cartas de amor a sus compañeros y a leer obras de la
literatura universal que en dicho colegio no se mencionaban en los cursos de
gramática. Sus estudios de bachiller los realizó en la Universidad de San
Marcos, y los profesionales en la Universidad Complutense de Madrid. Vivió en
Francia, España, Londres y México, donde conoció escritores con los que se
relacionó, mejorando su estilo de escritura debido a las influencias recibidas.
Se le recuerda como miembro de la Real Academia Española y de Perú.
Los estudiosos de la
literatura en el mundo suelen considerar a Vargas Llosa como “el último
monstruo sagrado de la literatura latinoamericana; así como la última figura
del ‘boom’ de Latinoamérica”. Se tiene registro que su primera novela titulada La ciudad y los perros, le fue publicada
en 1963, y su más reciente entrega con el nombre de Le dedico mi silencio, salió a la luz en el 2023. Se requeriría de
un espacio mayor para citar toda su valiosa e importante producción literaria.
Lo cierto es que en cada uno de sus libros puso todo su conocimiento de la
realidad que le tocó vivir, utilizando para la narración toda una magnífica
técnica estructural, amplia información histórica, planeación definida para
cada una de sus partes e imaginación creativa para mantener el interés del
lector. “Sus trabajos se caracterizaron siempre por una narración realista y
una aguda crítica a los regímenes totalitarios del siglo XX”.
El escritor y ensayista
de origen peruano y con nacionalidades española y dominicana, fue reconocido
con el Premio Nobel de Literatura en 2010, y antes con el Premio Rómulo
Gallegos en 1967, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, Premio
Planeta en 1993, entre otros más. En un pequeño tramo de su vida le interesó
por la política, llegando a ser candidato presidencial de su país, asunto que
le trajo ciertos malestares ideológicos con sus paisanos y con sus lectores,
pues en un país sufrido de dictaduras militares y de injerencias capitalistas gringas,
no cabía la idea de su nueva o moderna democracia, sin tomar en cuenta el
sentimiento socialista en boga. “Pero la política sale sobrando cuando se
pierde a una de las plumas más prodigiosas del siglo XX”, como lo diría Evelina
Gil.
En una próxima entrega
hablaré un poco más amplio de su obra escrita, desde el punto de vista de sus
críticos contemporáneos. Mientras tanto, que mejor que darse un tiempo para
volver a leer: La fiesta del chivo, La
tía Julia y el escribidor, Los cachorros, Pantaleón y las visitadoras, La orgía
perpetua, Conversaciones en la catedral, entre muchas otras más que ya son
obras clásicas de la literatura universal contemporánea.