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Un adiós para Alfredo López Austin

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Un adiós para Alfredo López Austin

La otra versión:

Por René Sánchez García

El pasado viernes 15 de octubre, a los 85 años de edad, falleció en la Ciudad de México el Doctor Alfredo López Austin, originario de Ciudad Juárez Chihuahua, donde había nacido en el año de 1936. Desde muy joven se incorporó como estudiante de Derecho y de Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México, lugar donde desarrolló toda su actividad como investigador, académico y traductor de lengua indígenas, una vez que concluyó sus estudios de Maestría y de Doctorado en dicha Casa de Estudios. 

Fue un conocedor y especialista en la antigua religión mesoamericana, pasión que heredó de su maestro Miguel León-Portilla. También fue un estudioso de la filosofía Nahua, de la Cosmovisión indígena, de los Mitos y la Magia practicada por nuestros ancestros, y de la Iconografía Mesoamericana. Se le reconoce su interés por el estudio de la Arqueología pasada, pero también por la problemática indigenista actual. Fue formador en las aulas de muchas generaciones de historiadores y antropólogos y sus libros, investigaciones, charlas y conferencias ayudaron a tal labor formativa.

“En muchas de sus investigaciones, sobre todo aquellas dedicadas a la cosmovisión y la mitología, él las nutría de tres fuentes vitales: la arqueología, que conocía muy bien; la historia, su disciplina, a través de códices, crónicas, etcétera, de los que también era profundo conocedor, y del pensamiento indígena actual. Se trata de un hombre universal, un conocedor no sólo de la cultura mexicana sino de otras latitudes”, de esta manera se expresó su colega Eduardo Matos Moctezuma.

Por otro lado, el historiador Federico Navarrete, destacó acerca de López Austin: “Su legado es, también, haber sistematizado una serie de ideas y prácticas que hacíamos en historia de los pueblos indígenas, pero que él las hizo de manera muy ordenada, con una perspectiva multidisciplinaria que incluía historia, antropología, historia del arte, lingüística, mitología e historia de las religiones”. Era un hombre sabio, generoso y de profunda bonhomía y sus libros sirven para marcar nuevas direcciones futuras en la investigación.

Entre su obra publicada destacan: Textos de medicina náhuatl (1975), Cuerpo humano e ideología (1980), El conejo en la cara de la luna (1994), Tamoanchan y Tlalocan (1994), Dioses del norte y dioses del sur (2008), Los rasgos del mito (2015), The Myth of Quetzalcóatl (2015), entre otros muchos más. En el año de 2020 fue ganador del Premio Nacional de Artes y Literatura en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía. Logró ser Investigador y Profesor Emérito por la UNAM, tanto en el Instituto de Investigaciones Antropológicas como en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

A título personal recuerdo algunas de las lecturas de López Austin, cuando cursé la carrera de Antropología Social en la Universidad Veracruzana (1982-1986), específicamente en las asignaturas de Teoría de la Historia, Historia del México Antiguo y Mesoamérica, a cargo de los profesores Federico Colín y Francisco Córdoba, respectivamente.

Sagare32@outlook.com