Un adiós para mi amigo Ranulfo
Un adiós para mi amigo Ranulfo
Por René
Sánchez García
Conocí
a Ranulfo Lara Pérez en el mes de enero del año de 1969. Precisamente cuando
ingresamos al primer semestre de la Carrera de Pedagogía de la Universidad
Veracruzana, allá en ese viejo edificio de la calle de Juárez número 55 de la
ciudad de Xalapa. Mi amigo era el de mayor edad en el salón, aparte de bastante
participativo en clase. Ya había cursado estudios para profesor de primaria en
la hoy Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rebsamen”, así como la
carrera de Psicología en la propia Universidad. Fue allí donde nació nuestra
amistad de por años.
En
sus primeros años de vida laboral se dedicó a la enseñanza en algunas escuelas
primarias en el sur de nuestro Estado de Veracruz; posteriormente lo hizo y por
muchos años en las aulas de su escuela normal, donde por cierto ocupó varios
cargos técnico-académicos. A la par en una escuela secundaria federal de esta
ciudad capital, como profesor frente a grupo. En la Dirección General de
Educación Popular conoció al Profesor y Licenciado Guillermo Zúñiga Martínez,
con el cual hizo amistad y colaboró a su lado hasta el fallecimiento de dicho
priista veracruzano.
Allá
por los años finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando Zúñiga
Martínez es nombrado titular de la Secretaría de Educación de Veracruz, mi
amigo Ranulfo Lara Pérez trabajo a su lado. Igual a su lado lo hizo en el
Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos y en la Universidad
Popular de Veracruz, desde donde impulsó proyectos de creación de planteles a
todo lo largo y ancho de Veracruz. Desde hace dos o tres años trabajaba en la
idea de crear una Universidad privada, misma que pondría a funcionar en éste
2020 después de la pandemia.
Una
vez jubilado dedicó todo su esfuerzo a la agricultura, allá en su rancho de
Santa Rosa (entre Xico y Teocelo), desde
donde logró nuevas variedades de plantas de café. Asimismo dedicaba su tiempo
libre a leer y escribir poesía. Era parte del grupo que recorría el Estado de
Veracruz fundando nuevas sedes, a lado del profesor Marco Antonio Figueroa
Quinto. Igual fue amante de la buena gastronomía y creó Café Lindo, junto al
edificio de Correos en la ciudad de Xalapa. Debe haber realizado otras
múltiples actividades debido a su exagerada inquietud, pero ya habrá quien las
mencione posteriormente.
Pues
sólo quiero decirles que el domingo 19 de los corrientes al medio día, por las redes sociales me enteré que Ranulfo
falleció. La verdad que después de que terminamos la Carrera de Pedagogía no
hubo esa comunicación debida, pero a él siempre lo consideré uno de mis mejores
amigos de toda la vida. En febrero pasado habíamos hecho el compromiso de
localizar y reunir a la generación para vernos y abrazarnos después de exactamente
48 años, no se pudo. Descansa en paz estimado amigo.
sagare32@outlook.com
Imagen: imagendigital.blogspot.com