UN CUENTO PARA REFLEXIONAR

René Sánchez García

En esta ocasión deseo compartirles a mis amables lectores un mini cuento del escritor Augusto Monterroso, que lleva por título: La Rana que quería ser una Rana Auténtica, mismo que nos hace reflexionar a los seres humanos sobre la importancia de saberse aceptar tal y como somos cada uno, con todas nuestras virtudes y nuestros defectos, mismos que como miembros de una sociedad hemos adquirido, o bien deseamos imitar para no sentirnos inferiores frente a ellos, pese a que hoy todos somos iguales biológicamente y ante la sociedad.

“Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica. Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la considerarán una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo”.

Tito, el autor de dicho texto alguna vez comentó: “Mi formación fue autodidáctica. Dominé la escritura breve tachando. La concisión es algo elegante. No se trata de suprimir palabras. Hay que dejar las indispensables para que la cosa además de tener sentido, suene bien”.

Espero haya sido de su agrado.

(Tomado del libro Obras Completas (y otros cuentos), México, SEP (Serie: Lecturas Mexicanas, No, 32, 1986.).

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