¡¡Volvería a ser Profesor!!
Por René Sánchez García.
Si la vida diera en verdad segundas oportunidades, sin meditarlo un segundo volvería a ser profesor de nuevo. Una de las profesiones más bellas del mundo, es sin duda alguna ser profesor, más si se tiene a cargo un grupo o varias asignaturas en algún ciclo escolar, sea cual fuese el nivel donde se labora. La escuela y el salón de clases tienen siempre algo de mágico, esto se percibe y se siente desde el primer momento en que se ingresa. No es el tipo de construcción, las instalaciones o los jardines, tampoco el sol de la mañana o el cielo gris del atardecer, sino más bien es ese conjunto de rostros, voces y risas que los niños y niñas manifiestan a cada instante y el que el verdadero profesor hace suyas. Eso es algo que aun nadie ha podido explicar, ni las musas, los filósofos, ni los poetas, que para ello existen o fueron creados.
Ingresar al aula como profesor y ver el pizarrón totalmente vacío, simple y sencillamente invita a ser llenado, trabajarlo, hacerlo propio. Qué importa si es sólo con conceptos, definiciones, cuadros sinópticos, esquemas, diagramas o dibujos; lo importante aquí es que se plasmen los pensamientos de los niños y las niñas, para construir junto con el profesor, esa parte del conocimiento que previamente seleccionó dentro de la planeación para trabajarlo como debe ser. Que el profesor cómodamente sentado hable, explique o dicte, es el peor de los procedimientos didácticos que pueda existir. Nuestros alumnos y alumnas son seres vivos, inquietos por naturaleza, ansiosos por conocer de todo, por ello es mejor que la actividad sea el motor del aprendizaje diario. Nada impide que se aprenda mediante el juego, pero jamás echando a perder para aprender.
Quedó atrás en la vieja pedagogía el hecho de transmitir conocimientos bajo la guía del libro de texto. El saber enciclopédico ya no existe, ni se debe pensar en sumar solo datos, fechas y definiciones del diccionario. La vida actual es dinámica, por ello se deben construir saberes nuevos, que sirvan para explicar y solucionar los problemas que a los niños y a las niñas les preocupan hoy. Por ello construir saberes no es fácil, se trata de crear, pensar e imaginar, también de crear enlaces, andamios y estructuras para unir pensamientos y razones diversas, que permitan a los niños y a las niñas ver, descubrir o comprender por sí solos, eso que les llama tanto su atención o les preocupa. Nada en el aula es imposible, por ello la necesidad del profesor de revisar constantemente su programa, enriquecer el libro de texto, diseñar o modificar proyectos y estrategias de todo tipo, que hagan de la tarea docente toda una aventura eficaz que dure toda la vida.
Sirvan estas líneas para felicitar a todos los profesores y profesoras que éste próximo 15 de mayo festejarán su día, que bien merecido lo tienen por esa labor única que llevan a cuesta: formar las nuevas generaciones humanas para una sociedad en sana convivencia.
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