Ya vez… yo te lo dije
Ramón Durón Ruiz
Las siete maravillas del mundo antiguo, fueron un conjunto arquitectónico que los Helenos consideraban por ser insignes monumentos de la creación y el ingenio humano, estas son: “La Pirámide de Guiza, en Egipto; Los Jardines colgantes de Babilonia; El Templo de Artemisa, en Éfeso; La Estatua de Zeus, en Olimpia; El Mausoleo de Halicarnaso; El Coloso de Rodas y El Faro de Alejandría.”1
También existen las nuevas siete maravillas del mundo moderno: “Chichen Itza, en México; El Coliseo de Roma, en Italia; La Estatua Cristo Redentor, en Brasil; La Gran Muralla, en China; Machu Pichu, en Perú; Las Ruinas de Petra, en Jordania y El Taj Mahal, en la India;”2 monumentos que resultaron ganadores en un concurso internacional, realizado por la empresa privada New Open Corporation.
Así mismo tenemos a las siete maravillas naturales: “La Montaña de la Mesa, en Sudáfrica; Las Cataratas de Iguazú, en Argentina-Brasil; La Selva Amazónica, en América del sur; La Bahía de Ha Long, en Vietnam; La Isla Jeju, en Corea del Sur; El Parque Nacional de Komodo, en Indonesia y El Río subterráneo de Puerto Princesa en Filipinas.”3
Pero hay otras siete maravillas, que son tan o más espectaculares que las anteriores –Las 7 Maravillas de la vida– y a saber del viejo Filósofo son: “La Maravilla de VER; de OÍR; de TOCAR; de PROBAR; de SENTIR; de AMAR y de REÍR”4
Estas siete maravillas te recuerdan que lo esencial proviene de tu naturaleza, de tu alquímica capacidad para aprender a disfrutar palmo a palmo la existencia y a relacionarte armónicamente contigo mismo, con la gente que te rodea y con el universo.
Las siete maravillas de la vida, te enseñan a honrar el recinto sagrado que Dios te confío: TU CUERPO y a tomar conciencia espiritual, para que logres armonizar la materia con tu alma, ello te llevará a localizar la fuente de tu dolor, a levantar vuelo y salir adelante, para que en tu viaje personal por la vida, tengas la capacidad de armonizarte con la energía que concibe tu energía vital.
La Maravilla de Poder VER, es un sano aprendizaje que te lleva a una dualidad indisoluble con tu Maestro Interior, que ve la belleza en los seres y en las cosas; ver los signos y señales del universo que te dicen que eres un ser espectacular hecho a imagen y semejanza de DIOS, que estas hecho para triunfar, trascender y ser feliz. La Maravilla de “ver con los ojos del corazón, te lleva a verte a ti mismo en las profundidades del alma”, donde anida tu Maestro Divino, entonces ves la rica tersura de la vida como un milagro, no para sufrir, sino… para disfrutar.
La Maravilla de OÍR, es un arte, un oficio de vida, es el más breve camino hacia tu luz y al encuentro con el manantial de tu sabiduría, que te conduce a escucharte con atención a ti mismo.
La Maravilla de TOCAR, la poseen los hombres que tienen el sentido de vida desarrollado, “quien te toma de la mano, toca tu corazón, pero quien con amor te toca el alma”, restaura tus alas, les da aire para que vallas más allá de tus límites y… ¡TE TOCA PARA PARA SIEMPRE!
Los seres en armonía con el universo, ejercen La Maravilla de PROBAR, encuentran el sabor pleno y el sentido al banquete de la vida, desarrollan el sentido del gusto por probar el pan que se gana día con día con el sudor de la frente.
La Maravilla de SENTIR, te lleva a extasiarte plenamente con el breve espacio de la vida, sintiendo la tersura del ser sagrado que hay en tu templo Divino, sintiendo la felicidad que hay en la totalidad de tu ser, cuando sientes el milagro de la vida tomas conciencia de tus sentimientos que vuelan hacia la libertad.
La Maravilla de AMAR, es el camino más rápido hacia la armonía de tu ser Bio-Psico-Social-Espiritual, que te lleva a acomodar en su justo lugar las piezas del rompecabezas de la vida, a ejercer tu derecho de evolucionar espiritualmente y crecer físicamente, AMAR es escuchar el susurro del cosmos que te dice que el peso de la vida es ligero, es contemplar el cielo y extasiarte con la profunda conexión con la inmensidad del universo.
La Maravilla de REÍR, desde el corazón te ayuda experimentarte en la totalidad a ti mismo, a renovar tu alma, experimentando sanidad en tu mente-cuerpo y disfrutar el milagro del nuevo amanecer.
A propósito “la señora le dice al campesino de allá mesmo:
–– ¡Viejo! ¿Qué crees?… Mataron al sacerdote que nos casó.
–– Ya vez –dice el Filósofo de Güémez– yo te lo dije… ¡EN ESTA VIDA TODO SE PAGA!”