Adiós Eduardo Galeano, el grade de la sencillez
René Sánchez García.
El cronista de lo invisible, el forjador de utopías, el intelectual más profundo de América Latina, el hombre de la voz valiente e insobornable, el inmorible de este mundo, el juglar de nuestra era, el eterno militante por un mundo mejor, cazador de historias, son tan sólo algunos de los muchos adjetivos que en vida supo ganar Eduardo Galeano, narrador, ensayista, periodista y activista social, quien falleció el pasado lunes 13 de abril en un hospital de Montevideo, Uruguay, a la edad de 74 años, víctima de cáncer en un pulmón y que lo mantuvo en estado grave por toda una semana. El escritor había nacido en ese mismo lugar, el día 3 de septiembre del año de 1940. Desde los 13 años se desempeñó como obrero, recaudador, mensajero, mecanógrafo, cajero de un banco, para finalmente ser periodista, escritor, editor, pero sobretodo, como él lo dijo siempre: “escuchador”.
Fue un ideólogo de izquierda, pero también un crítico de las causas sociales de América Latina y el mundo. Luchó siempre por los jóvenes, los indígenas, las mujeres, los trabajadores, por la legalización de las drogas y por la ecología, entre otras más. “No se guardó las historias que iba escuchando y escribiendo en sus libretitas; las convirtió en libros de imposible clasificación”. Pueden ser crónicas, poemas, ensayos, pequeñas historias, pero lo cierto es que sus escritos son instantes de vida que nunca han perdido su importancia o actualidad, porque esos instantes pertenecen a los hombres del ayer, hoy y del mañana. Su forma de pensar le valió tener que abandonar su patria, por la que huyó a Argentina y España. En el mes de noviembre del año de 2012 visitó México para presentar su libro Los hijos de los días, en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, así como para convivir con la gente del periódico La Jornada.
Su libro más conocido en México y en casi todos los lugares de habla hispana fue Las venas abiertas de América Latina, el cual fue publicado en el año de 1971 bajo el sello de Siglo XXI Editores, el cual ha alcanzado una venta de más de 750 mil ejemplares, mediante 60 reimpresiones. Pero también se le recuerda por Días y noches de amor y guerra (1978), Su trilogía titulada Memorias del fuego (integrada por los libros: Los nacimientos, Las caras y las máscaras y El siglo del viento), Futbol a sol y a sombra, al igual que Los días siguientes, Espejos, Una historia casi universal, Patas arriba y próximamente se presentará en España y México su último libro que escribió y que lleva por título Mujeres.
Merry Mac Masters expresa: “Galeano tiene una enorme facilidad para la comunicación. No se le puede llamar cuentista, no era propiamente un narrador, sino que era una persona que a partir de alguna anécdota, algún hecho, reflexionaba sobre él y hacia un texto breve, pero tenía el doble aspecto de conmover y de atraer por el contenido mismo. Creo que inventó una especie de género específico para él, estos pequeños cuadros, llamémoslos de esa manera, sobre cualquier cosa que quería saber. Sus libros son heterogéneos, por eso hablan de muchos temas, pero en todos ellos no hay un dato frío o escueto. Lo que hay es una opinión suya, su punto de vista”.
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