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CAFÉ ESPRESSO

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CAFÉ ESPRESSO

Una tarde de verano el café Catsú, estaba saturado de clientes, ninguna mesa vacía. Todo mundo feliz de disfrutar un café con buena compañía. En el área del corredor, Gabriel y Laura reían a placer, sostenían en las manos la carta. Ambos acostumbraban a tomar café americano, era de su predilección, decían que otras presentaciones solo son un manjar y que pierden el bouquet de un genuino aromático. La muchacha que atendía las mesas los conocía, ya que eran clientes que cada fin de semana pasaban un rato agradable acompañados de una taza de buen café. pero Laura sorprendió a su novio, le insinuó que pediría un café Espresso. Gabriel le dijo que se trataba de una bebida fuerte, Laura contestó, por esa razón lo requería, que siempre es bueno experimentar una nueva experiencia para el gusto del paladar.

 

            Cuando la mesera se acercó con su libreta de notas, los novios, al mismo tiempo, le preguntaron de que se trataba un café Espresso. La muchacha sonrió y con amabilidad les contestó que no hablaran al mismo tiempo, cada uno podía preguntar y ella les comunicaría lo que sabía, nada más. Fue Gabriel el que mostró interés acerca del Expresso señalando el nombre en la carta. La respuesta fue: les explicaré a grandes rasgos, no con profundidad, porque no soy experta, sin embargo, espero despejar su inquietud.

 

            Se trata de un café con un molido muy fino, el barista o la persona encargada de la preparación, eleva la presión de agua caliente al pasar el flujo por los finísimos granos de café ya molidos. La superficie del aromático se cubre de una crema espumosa con tonalidad marrón, una especie de nata. En ese momento está listo para servirse en una tacita (recipiente pequeño). Contiene 80mg de cafeína, el sabor es intenso, sumamente penetrante, fuerte, pero delicioso, para paladares exigentes. La moza les dijo que a ella le agrada mucho ese tipo de bebida, se siente con ánimo, energía y muy despierta en su trabajo. Laura y Gabriel simultáneamente le agradecieron la explicación. Pero aquella mujer que conocía bien su trabajo y que al cliente se debe dejar más que satisfecho, le dio un valor agregado a su información. Aquí he aprendido mucho de cafés, aunque no me siento experta; es mi trabajo y trato de hacerlo bien. Se dice que el café Espresso lo descubrió un italiano a base de muchas pruebas, su nombre Luigi Bezzera, lo llaman “Café Pensado”. Lo tenemos como base de un café americano (se diluye el café espresso en agua caliente, pasando por un filtro y su intensidad se ve reducida; así se toma en los Estados Unidos de Norte américa). También del capuchino (125 ml de leche y 25 ml de café espresso), Latte (Se añade la leche al café) y Macchino (es un espresso pero con un diez por ciento de leche al vapor), el mismo principio. Les repito que se prepara de un cien por ciento de café finamente molido y el agua caliente se eleva a varias atmósferas de presión. Les voy a servir uno a cada quien y ustedes evaluarán el resultado. La moza se alejó y ellos se miraron a los ojos en silencio. Tal vez coincidencia, en las bocinas del estéreo se escuchaban las notas de la melodía, Moliendo Café.

 

rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx