COVID-19
Por René Sánchez García.
De entre los múltiples memes, imágenes, videos, gifs animados, fotografías y mensajes que recibo en el WhatsApp de mi celular, fue uno el que más llamó mi atención con respecto a la pandemia o enfermedad infecciosa que en este momento recorre el mundo, me refiero al COVID-19 o también llamado Coronavirus. Se trata de una fábula, ese género literario que es una especie de narración fantástica, donde casi siempre los principales personajes son los animales, pero cuyo mensaje está dirigido a los seres humanos (hombres y mujeres) que pueblan éste planeta Tierra.
La fábula tiene por nombre El labriego y la Peste, y dice así: “Se encuentra el labriego con la peste y le pregunta: ¿peste para dónde vas? Y la peste le contesta, voy para Bagdad a matar a 500 personas. Días después vuelven a encontrarse y el labriego le dice a la peste: peste mentirosa, me dijiste que ibas a Bagdad a matar a 500 personas y mataste 5,000 mil. Y la peste le responde, efectivamente yo maté 500 personas, los demás se murieron de miedo”.
Efectivamente, lo que pasa en estos momentos en todo el mundo es una especie de psicosis que se ha traducido en un verdadero pánico entre los habitantes, causado principalmente por la desinformación sobre este virus contagioso que se originó en China, que pasó a algunos países de Europa, llegó a los Estados Unidos de Norteamérica y para de mala suerte nuestra se filtró en México la semana pasada. El vehículo conductor de esta enfermedad contagiosa han sido las personas que viajan por el mundo.
Cuentan las malas lenguas que este virus fue producido en algunos laboratorios químicos estadounidenses con destino a los países que conforman la fuerte economía asiática que domina al mundo. Otros más afirman que éste virus existe ya desde hace dos décadas, pues se ha comprobado que algunas vacunas aplicables a los seres humanos y a los animales, previenen éste tipo de enfermedad respiratoria grave, por lo que se trata de nada nuevo. Sólo que como pasa con todas las cosas sorpresivas, éstas vienen cargadas de una infinidad de mitos, dudas y principalmente de mentiras, que es lo que nutre al pánico.
Sí las personas están desinformadas y además llenas de miedos, es probable que un simple resfriado lo conviertan mentalmente en Coronavirus y con ello padecer hasta ver llegar su muerte. Aquí lo importante es informarse adecuadamente para prevenir en lo personal y en lo colectivo. No hay más que poner en práctica las medidas higiénicas y evitar hasta donde sea posible asistir a reuniones de todo tipo, visitar hospitales y lugares antigénicos y principalmente viajar a otros lugares. Todo esto lo podemos encontrar más explicado en los boletines de salud que emiten las autoridades sanitarias.
Por ello es recomendable visitar al médico (nunca auto medicarse) ante cualquier síntoma sospechoso gripal, tomar los medicamentos tal y como se indica en la receta y guardar reposo durante varios días. Las habitaciones deben limpiarse con desinfectantes y hacer que corra el aire a través de puertas y ventanas. Y en la medida de lo posible dejar nuestro celular a fin de no recibir mala información, o nosotros mismos enviarla para entretener a otros. Cierro con un chiste que me llegó casi al terminar ésta colaboración periodística: “Coronavirus se dirigía a Coatepec y se estrelló a la altura de Río Sordo”.
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