Peñaloza Deportivo

CRÓNICA DE UNA ELIMINACIÓN ANUNCIADA

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  «Lo peor de la ignorancia es que, a medida que se prolonga, adquiere confianza».

Anónimo

Las supuestas variantes que traería el nuevo entrenador, en los últimos dos partidos del hexagonal, fueron un completo fraude. Vucetich tuvo la oportunidad de cambiar radicalmente la actitud medrosa y mediocre que había presentado el combinado nacional, se pensaba en un cambio de táctica, en un parado de equipo diferente, en convocar jugadores que estuvieran en plenitud, tanto física como mental. No lo logró. La Selección se mostró en el partido ante Costa Rica peor que en la era de Chepo De la Torre, y eso ya es mucho decir. El partido ante Panamá, en el Azteca, fue la primera llamada de atención para decirnos que no se iba cambiar la actitud y planteamiento del equipo nacional. Los equipos de la CONCACAF se saben ya de memoria cómo juega México; por lo tanto, se tenían que entrenar variantes. Vucetich no presentó ninguna, ni en táctica fija ni en estrategia. Sabemos que existen entrenadores de corto y largo plazo. Víctor Manuel es un entrenador que necesita tiempo para trabajar con sus equipos para que se adapten a su idea de juego. No es el entrenador que necesita la Selección en este momento, no es un entrenador que inyecte actitud y coraje a sus equipos. Prefirieron escoger a un técnico con muchos trofeos, pero inservible en estos momentos. La necesidad de un nuevo estratega para el combinado nacional es clara. También es imperdonable la cantidad y magnitud de errores que han cometido los hombres de pantalón largo que «dirigen» la Selección. No creo haber visto antes la necesidad de un nuevo entrenador después de veinticinco días de contratado uno. En la hipótesis de que salga Vucetich, también se deben ir los que lo eligieron, Justino Compeán y compañía, empleados de quienes desde la sombra, y a veces desde el sol, han destrozado el futbol nacional.  Por otra parte, está comprobado cuáles jugadores han dado el ancho y cuáles no. El «Chicharito» Hernández demuestra que la falta de juego en su equipo afecta claramente su desempeño; Aquino y Giovanni sienten que le hacen un favor a la Selección para venir a jugar y su displicencia debería ser tomada en cuenta para no convocarlos más. La defensa, liderada por Rafael Márquez fue un completo desastre, Hugo Ayala destacó por su lentitud y no es un central que se imponga a los delanteros, y los dos laterales lucieron imprecisos y sin salida. La media del seleccionado nacional, desaparecida; nadie quería asumir la responsabilidad. En fin, el «gigante» de la CONCACAF fue un remedo de equipo. Ya nos está pareciendo normal. Ver para creer. En los momentos más complicados de la Selección, un comentarista de TvAzteca, Christian Martinoli, se asume como el mayor crítico de la debacle en la Selección, se jala los pelos y empieza a  despotricar contra todo mundo. Sin embargo, no entiende que él es parte de la crisis. Sí, él y su televisora se dedicaron a crear estrellitas en la escuadra nacional para vender mejor su producto. Ellos, que imponen horarios y el ritmo del campeonato; ellos que tanto daño han hecho a los jugadores y aficionados con sus halagos y frases hechas, ahora resulta que buscan la redención y se escudan en la corta memoria de los aficionados. Cínicos. Lo peor que se podría hacer en estos momentos es tomar una decisión apresurada, pero no por eso debe asumirse una posición medrosa. Si se va a tomar el toro por los cuernos, adelante. Si corren a Vucetich, el nuevo técnico debe tener un perfil diametralmente opuesto a este. ¿Herrera o Boy? Como siempre, eso lo decidirán los dueños del balón, es decir, el duopolio televisivo y sus socios cerveceros, cementeros y bancarios. Ninguna decisión que afecte sus intereses. Claro, desde esta tribuna hemos señalado reiteradamente, contrario a lo que dicen los jilgueros y mercenarios, que México no debe estar representado en el Mundial. El cáncer no se cura con aspirinas, tiene que extirparse, aunque tampoco nos hacemos muchas ilusiones de una verdadera limpia en el peor escenario. Ya han pasado otras crisis y el futbol sigue en manos de los mismos. Algo Más. Los diputados y el presidente bajan de su nube y les dedican un minuto de aplausos y felicitaciones a los niños triquis que ganaron el campeonato de basquetbol en Argentina. Hubiera sido mejor que los hubieran apoyado con recursos en su momento. No tiene límites el oportunismo.

pedropenaloza@yahoo.com

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