Cuidado: nueva forma de fraude
Por: Linda Rubí Martínez Díaz
Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. Hoy en día tenemos diversos problemas sociales los cuales parecen apuntar a la misma raíz de crisis de los valores. Los robos, asaltos y fraudes han existido desde el principio de la humanidad, pero es preocupante que la incidencia ha ido en aumento. Y aunque podría pensarse que también es un problema de carácter económico, no podíamos fácilmente englobar a la delincuencia como un asunto de pobreza, pues precisamente los delitos que han lastimado mayormente a terceros son los de cuello blanco, los de personas que realmente no tienen necesidad de hacerlo.
Precisamente un tipo de fraude sofisticado está expandiéndose en la compra-venta de autos usados, y esto se ha generado por una laguna en el sistema bancario nacional para realizar depósitos en efectivo “salvo buen cobro”. La forma de operar de los delincuentes inicia cuando los criminales ubican alguna oferta de automóvil en venta, mostrando demasiado interés en adquirirlo, e incluso citando a las víctimas en plazas conglomeradas o lugares abiertos. Sin necesidad de amenazas o armas, negocian un precio incluso benéfico para el vendedor, y lo único que necesitan es el número de cuenta bancaria para realizar una transferencia bancaria. Y en efecto, se realiza la transacción pero a través de cheques. Aquí es donde está la laguna del sistema, puesto que los cheques pueden ser apócrifos o bien, sin fondos, pero la transacción se muestra como realizada, mientras se confirma la efectividad del depósito.
Muchas personas han caído en este delito, y por desgracia se dan cuenta días después, cuando se intenta hacer uso de dicho depósito que resultó inexistente. Debido a su forma, no se tipifica como robo pues el automóvil y los documentos de propiedad son entregados voluntariamente, por lo que se incurre en un fraude.
Por ello, es importante estar atentos de cualquier transacción que realicemos, aun cuando la mediación bancaria parezca la forma más segura. El primer indicio que debemos tomar en cuenta (pues no podemos saber las intenciones que cada quien tiene) es corroborar en el banco donde se depositó que el dinero esté en efecto en la cuenta bancaria, y si acaso no disponer de él en el acto, sí verificar que no diga en letras chiquitas “salvo buen cobro” o “retenido”. Así mismo, es importante que nunca se entreguen los documentos hasta haberse corroborado que el cheque tiene fondos, lo cual puede confirmarse con el banco emisor. Es importante estar precavidos del lugar donde se realizan las transacciones, como lugares públicos y con vigilancia que garanticen nuestra seguridad. Y sobre todo, si se ha sido víctima de este tipo de fraudes, es importante acudir a presentar la denuncia correspondiente en el ministerio público, para comenzar a sentar precedentes.
Amigos lectores, espero que aún no hayan sido víctimas de este delito; les deseo un excelente fin de semana.
Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.