Crónica Coatepecana

El Patrimonio Histórico de Coatepec: La iglesia de Nuestra Señora de la Luz

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CRÓNICA COATEPECANA

 

Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
jesus_bonilla1@hotmail.com

(Primera parte)

Las iglesias de Coatepec nos llevan a diversos momentos en el devenir histórico de la ciudad y les convierte en trascendentes referentes simbólicos del desarrollo de la religión católica a nivel local, al mismo tiempo de que son ejemplos de la difusión de los estilos arquitectónicos de tradición europea en el territorio mexicano.

La revisión de las notas publicadas por cronistas locales de antaño, nos permiten llevar un seguimiento en relación a las etapas constructivas de varios edificios de Coatepec, y en el caso de la iglesia de Nuestra Señora de la Luz los registros históricos más antiguos se encuentran en la obra “Apuntes Históricos, Geográficos y Cronológicos de la Ciudad de Coatepec” de don Félix C. Sánchez, librito publicado en 1929. Años después la información sobre el templo fue retomada y ampliada por el presbítero Adalberto Gómez en sus “Apuntes para la historia de Coatepec, Ver.” (1943). Posteriormente los datos aportados por ambos personajes fueron utilizados por el presbítero Bernardo Villarreal para la redacción de su cuadernillo “El Barrio de la Luz en Coatepec” (1970).

Con base en las referencias históricas aportadas por los cronistas ya citados líneas arriba, sabemos que el señor Eduardo Navarro se propuso dedicarle una capilla a Nuestra Señora de la Luz, y para llevar a cabo dicho objetivo solicitó la ayuda de los señores Camilo Hernández, José María, Román Castillo y Martiniano Hernández, quienes se convirtieron en sus más cercanos colaboradores y conformaron una sociedad que inició el proceso de solicitud ante las autoridades eclesiásticas.

El día 3 de marzo de 1883 se obtuvo el permiso por parte del señor Obispo de Veracruz, para iniciar los trabajos de una capilla a Nuestra Señora de la Luz. El terreno para la edificación del templo lo cedieron don Camilo Hernández quien donó 12 de varas y doña Cecilia Murrieta que a su vez concedió 4 varas más de extensión al terreno inicial. Dos años después se bendijo la piedra fundamental y se inició la edificación sin interrupción hasta concluir la obra, en sí una galera muy sencilla con techo de teja donde se celebró la primera misa.

Años después se inició la segunda etapa constructiva de la iglesia de Nuestra Señora de la Luz, en el mismo lugar donde se encontraba la antigua galera que funcionaba como capilla, los gastos de la nueva construcción fueron financiados con el dinero que dejó estipulado en su testamento la señora Luisa Ortiz de Hernández para la ampliación y decoración de la iglesia. De acuerdo con el último deseo de su esposa, el señor Camilo Hernández procedió a efectuar su última voluntad, y antes de que se cumplieran los nueve días del fallecimiento de la donante, se mandaron a tirar el altar y una de las paredes laterales para darle mayor amplitud al recinto. El proyecto de la nueva etapa constructiva fue secundado por otros particulares que apoyaron con donativos para la construcción de la bóveda en lugar del antiguo techo de teja. Los encargados de la nueva obra fueron el maestro albañil Felipe Godínez y su hijo Luis Godínez, finalizando la construcción de la iglesia el día 26 de abril de 1900.

Continuará…

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