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EL TIGRE CESAR GUZMÁN RUÍZ

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EL TIGRE CESAR GUZMÁN RUÍZ

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            Todo mundo conoce la sensibilidad y el talento de don César Guzmán Ruíz hacia la piel. Sus manos creadoras, han enviado su arte mucho más allá de las fronteras de México, grandes personalidades del mundo conocen esas finas huellas que llevan el sello espiritual de la familia Guzmán, talabartero que ha tejido toda una tradición en Coatepec. Pero hoy hablaremos de una pasión deportiva de su juventud: el beisbol. Aquella ya muy lejana adolescencia, devela ese ímpetu que lo acercaba al deporte del abanico. Desde los diez años de edad, su padre lo llevó a presenciar partidos de beisbol a la ciudad de Puebla, México, Veracruz, Poza Rica, y hasta la fecha es un fanático de los Yankis de New York. El entonces joven César Guzmán Ruíz jugó de Ray Filder, Jardinero derecho e izquierdo. Como robador de bases fue campeón porque corría con mucha rapidez.

            También fue manager del equipo Cuauhtémoc de Coatepec hace más de 50 años, sus jugadores de ese entonces: Gilberto Ruíz; Efraín López; Filiberto Granillo; Juan Córdoba “el caballito”; Irma López Fue madrina; Moisés Bonilla; Miguel Mercado; Rubén Monzón; Adolfo Martínez Montano; Luis Manuel Granillo López; Gustavo Brito; Felipe Sierra; Alfonso Arellano “el paladín”; Martín Gálvez “El caracol”; Juan Siliceo; Tolentino Guzmán, Luis Galván; Manuel Chávez González, con ellos compartió grandes momentos y bellas experiencias deportivas, el emblema de la amistad aún está presente en los que sobreviven.

            Conserva una fotografía en la que está posando con Fernando Valenzuela y don Jesús Soler Suárez (+) en Houston Texas, fueron muy afortunados, pues más de 300 aficionados que deseaban verlo, solo a ellos se les permitió saludarlo en el Hotel Hilton. Valenzuela autografió una pelota de beis y se la regaló a don Cesar Guzmán Ruíz. Aún la conserva en sus nostálgicos recuerdos de ayer que le estremecen el alma de emoción.

            También fue un exponente del atletismo local, compartiendo créditos con otro brillante coatepecano, Dionisio Pérez Jácome, quien corría 1500 y 800 metros planos. César Guzmán era especialista en los 10:000 metros planos. Por esas fechas de 1954 contaba con 18 años de edad y prestaba su servicio militar bajo la disciplina del Mayor José Estrada. César Guzmán Ruíz compitió contra Carlos Amaro y el güero Barradas. Una justa que se corrió desde la estación del ferrocarril y terminó a donde ahora es la Clínica 66 del IMSS, César quedó en sexto lugar y fue la única vez que le ganó al güero Barradas.

            En el equipo “Fabricas Orea”, corría en relevos, en las competencias de Xico-Coatepec, salía Alfonso Libreros y le entregaba a Rafal Basurto, este a César Guzmán y finalmente a Felipe Zapata “Mayatón” que era quien cerraba la competencia por ser rápido y resistente.

            Participó en varias carreras de antorchas que antiguamente salían de la Pitaya y Consolapa de la carretera de Briones y llegaban al palacio municipal de Coatepec los días 15 de septiembre por la noche. Recuerda una anécdota en esas carreras, “Roberto Rivera se desempeñaba como conductor de un carro de Transportes Coatepec, tenía más de un mes sin entrenar. Don César lo animó a correr, él se negaba porque no tenía zapatos y estaba muy cansado del viaje realizado a México, César le prestó unos tenis. Esa noche después de correr 10 kilómetros, Roberto Rivera arribó a la meta en primer lugar seguido de César Guzmán, es decir si no le insiste en que participara Cesar hubiese sido el ganador de la competencia, pero no fue así, sin embargo, César se emocionó al máximo y felicitó sinceramente a su amigo”.

            César Guzmán Ruíz nació el 18 de noviembre en Coatepec, Veracruz, es hijo del señor Sóstenes Guzmán Durán y de la señora Rosa Ruíz Alarcón, naturales del estado de Puebla. Don César a sus 86 años todavía se le ve erguido y lúcido contando bellas y nostálgicas historias que nos permiten asomar a su corazón enternecida por los recuerdos y a ese Coatepec lleno de magia, folclor, sosiego y nostalgia, cuando el aire soplaba sin mucha prisa.

Don César, Dios le conceda muchos años más de vida.

 

rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx