HILARIO GARCÍA MÁVIL
ARS SCRIBENDI
HILARIO GARCÍA MÁVIL
La juventud de Hilario García
Mávil se dio en ese Coatepec en el que se respiraba un entorno provinciano,
cuando las melodías de Guty Cárdenas y Agustín Lara y los tríos se escuchaban
en la radio y los noviazgos sé hacían a escondidas de los padres, muchos
barrios de terracería y los días parecían interminables con cielos azules. Los
amigos de barrio son con los que se desahogaba todo para transformarlo en
felicidad sin que alguna travesura fuera de cuidado.
La educación primaria la hizo en la escuela Benito Juárez
García, pero seguir estudiando en esos tiempos se tornaba complicado, así es
que, en el año de 1949, con solo catorce años de edad, decide trabajar sin
dejar de estudiar. Entro de aprendiz de mecánico del ramo de maquinaria para
café, en el taller de don Filiberto Barrera Méndez, que abrió sus puertas en
los primeros años de 1930, tal vez el más importante de esos tiempos. Trabajaba
de día y por las noches estudiaba el primer año de secundaria nocturna para
trabajadores, ubicada en la escuela Cantonal, lamentablemente le fue imposible
continuar porque el trabajo era mucho más necesario ya que debería de ganarse
la vida a toda costa. Sin embargo, su aprendizaje en el diseño y armado de
secadoras, despulpadoras, hornos y todo aquello que confiere a lo que mueve a
un beneficio de café lo aprendió satisfactoriamente. En ese taller y
obedeciendo a las inquietudes juveniles de las que irradia mucha energía, formó
parte de la novena del equipo patrocinado por don Filiberto Barrera Méndez y
que lo conocían con el nombre de “Fundición Barrera”, mostrando cualidades para
el beisbol jugó la posición de Cátcher, no lo hacía mal.
En el año de 1955 un camino de esperanza comenzaba a
abrirse en Coatepec y se llamaba Compañía Nestlé, convocaron personal para
afinar el inicio de la producción e Hilario García Mávil tuvo la fortuna de
pisar la fábrica para el mantenimiento de la planta productiva, fueron
contratados ocho personas que junto con él iniciaron esa bella aventura de
trabajo. El jefe del taller en ese ayer lo fue el ingeniero Ernesto Einserrín,
tiempo después llegaría Rolf Amsler. La secretaría de trabajo estaba a cargo de
Nicolás Baizabal y el secretario general Jorge García Ramírez “el oso”.
Después de algunos meses de aportar su trabajo como
mecánico se le presentó la oportunidad de ser un trabajador del área de
fabricación. Se dedicaba a desarmar y lavar tuberías de acero inoxidable,
equipos para la productividad. En esa época los condensadores estaban
conformados por Gaspar Carbajal, Inocencio Tejeda y José Escudero, su
aplicación al trabajo y buena conducta hicieron que los jefes lo denominaran
para el aprendizaje de encargado de condensación, es decir, ser el responsable
por turno de procesar una masa de principio a fin en los evaporadores –tachos–.
Fue capacitado por Gaspar Carbajal y Barbulias, al renunciar algunos de los
tabulados pasó a ser titular de ese departamento con Rafael Arredondo Colorado
–el Tola– y José Escudero.
Hilario
jugo futbol soccer y ocupó la titularidad de guardametas en el equipo Nestlé al
lado de inolvidables compañeros. También fue miembro de la banda de guerra del
Sindicato único de Trabajadores de Compañía Nestlé. Siempre se distinguió por
ser disciplinado y un estilo militar en el dominio de la caja –tambor– en el
que hacía rebotar las baquetas con elegante estilo en los desfiles que
participaba la banda de guerra dirigida por otro compañero, Othón Maldonado.
Hilario fue un trabajador muy apreciado por los jefes y por sus compañeros, la
honestidad que siempre le acompaña y dignifica, es hacer las cosas lo mejor
posible, sirvió de ejemplo para todos aquellos que lo rodeaban y deseaban
recibir consejos y capacitación por parte de él, ya que era virtuoso en el
control del equipo que estaba bajo su responsabilidad. Además, desempeñó varios
cargos sindicales que le sirvieron para elevar su intelecto y las relaciones
personales.
Hilario nació en el año de 1935 en el sosegado barrio de
Miguel Lerdo número 38, sus padres se llamarón, señor Leonides García y señora
Eulalia Mávil, En el año de 1958 se casó con la señorita María de la Cruz
Ronzón con la que procrearon tres hijos: Eduardo, Elizabeth y Maricela García
Ronzón.
Hilario se siente agradecido con la vida por
darle la oportunidad de vivir y ser una persona que con su conducta ayuda a
enriquecer el tejido social, siente infinita gratitud el ser parte de la
compañía Nestlé en la que prestó su servicio por muchos años y gracias a este
trabajo vivió dignamente proporcionando estudio a sus hijos y mejorar el bien
estar de su familia. Sean estas líneas un reconocimiento a su trabajo dentro de
la empresa y como miembro del sindicato, a la amistad que brindó a quienes lo
rodeábamos en las jornadas laborales, sus huellas son indelebles en el paso del
tiempo y quedan de ejemplo para nuevas generaciones que apenas comienzan a
abrir un camino hacia el futuro en la Cía. Nestlé.
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx