Coatepec

“Honor a quien Honor Merece”

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A cien años del natalicio de mi Tío el Prof. Efrén Raúl Ramírez Hernández y a dos años de mi primo el C.P. Alejandro Ramírez Galván, a dos meses de mi compadre  Prof. Jesús Raúl Antolín Ramírez Galván y a 22 meses de que sepultamos a mi hijo el M. LAE. Rodolfo Hernández; quiero recordarlos con unas humildes palabras por ser una fecha “por día” que se coincidió con ellos. Ya que la poesía es la vida que se prodiga con generosidad en la creación artística, de enseñanza que pulsa con amor en las cosas humildes, y despierta resonancias en el lector. Y más cuando algunos de ellos dedicaron su vida a la enseñanza escolar y forjadores del futuro de México.

Y traigo en mi mente la Frase de R. Tagore; que decía que en cualquier sombra de un árbol hacía un salón de clase y mi tío Efrén y mi primo y compadre Antolín, lo hacían en cualquier lugar que se pararan.

La enseñanza que buscamos, en una patria buena donde la voz del pueblo sea la voz de Dios.

Una patria que agite la savia en sus honores de lunes a la bandera y al ofrecer el trigo de sus espigas nuevas, cante junto al salón de clases del viejo corazón.

A mi familia, que forma un poco de ella en un rincón veracruzano llamado Coatepec, Ver. Entre sus fincas, es como la patria que buscamos en la noble parcela de café donde la sed del alma sea una sed de amor.

Un rincón sin odios, sin sombras ni cadenas, donde los hijos puedan cultivar sus conocimientos y el campesino sus cosechas sin esconderle al monte sus gotas de sudor. Haciendo honor a la enseñanza de los maestros sin igual

La patria que buscamos tiene la piel morena quemada por los rayos de un sol agricultor; y tierra del mejor café y de los mejores mentores y pilares de nuestra juventud, a ustedes maestros.

Un Rincón Cerca del Cielo, mi lindo Coatepec, tierra de fe que eleve en cada iglesia la Cruz de un campanario, la lumbre de una escuela, el pan de cada día y un grano de ilusión.

Una patria que pueda creer en sus maestros y conquistar la altura sin hundir la conciencia ni dar los malos ejemplos de su misión, porque en ello va su honor.

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Gran mentor, el Profesor Efrén Ramírez Hernández, que el domingo 24 se le rindió un homenaje en el panteón de su pueblo natal. Ciudad Colonial y Pueblo Mágico de Coatepec, Ver.

Que hermoso cuando se habla o se escribe de un ser querido, y así fue la relación del Prof. Efrén Ramírez Hernández, con su familia, compañeros, alumnos, y en este domingo pasado lo vi y lo sentí, todo mundo lo recuerda de diferentes modos, sus hijos, sus nietos, sus sobrinos y su escuela sagrada que lleva su nombre, por cierto muy merecido, ya que fue un gran apóstol de la enseñanza, por la que pasaron miles de alumnos a llevarse algo de la sabía forma de enseñar y de expresarse, fue un momento muy emotivo, pero a la familia nos ligaba un dolor, como en que les suscribo en la primera parte.

Emotivas las palabras de Betsabe Moreno, de sus nieta Sofía  en la lectura de su biografía, así como las vivencias de si nieto Alejandro; las guardias de sus compañeros, amigos y familiares, la presencia de las autoridades escolares, así como la presencia del Regidor Octavo. y al final la banda de guerra, tocó Silencio en su honor y se me puso la carne de gallina. Y como siempre la gran compañía de su sobrino Haaz, su esposa Rosaura y sus hijos, que se hicieron presentes con su gran amor y respeto a su tío. Los hijos de Mario Moreno Galván, para nosotros conocido como “Cantinflas”.

Desgraciadamente faltaron los Servín Ramírez; los que los queremos los extrañamos.

Gracias a nombre de la familia a todos los presentes, ya que no fui considerado para dirigir unas palabras, pero ya saben que me pinto solo, y les comenté, que lo que les escribí la noche anterior, lo podrán leer el viernes 29 en el Semanario “El  Regional” de esta hermosa ciudad Colonial de Coatepec, Ver.

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