Pedro Peñaloza

Jalisco: el libreto se agota

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«Cuando uno está con las armas en la

mano, la política pasa por la mira».

José Mujica

 

 

1. Incendio en Jalisco. La pradera está seca. La confrontación que se vivió en Guadalajara y que se extendió a otras ciudades vecinas, protagonizada entre el denominado cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las fuerzas policiales y militares, el pasado primero de mayo, sólo es un episodio de la interminable película que se ha escenificado en México, especialmente, desde el régimen de Calderón a la fecha. El libreto del Gobierno federal se reproduce como una comedia que se restrena en cada entidad del país. El vicepresidente Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, declaró con dosis de soberbia que, «vamos a capturar al Mencho (Nemesio Oseguera Cervantes) y a todos sus lugartenientes». El funcionario de marras continuó con su lógica unívoca y por supuesto limitada, al enfatizar lo siguiente, «recordemos que tenemos ya a 92 detenidos o abatidos; él (Mencho) es uno de los que integra la lista (122 personas) que nos impusimos al principio del gobierno».

Éste es uno de los grandes déficits que arrastra la concepción del Gobierno peñista, a saber, creer o difundir la idea de que la posible detención de los 122 «objetivos» puede resolver un problema que supera a los individuos y que tiene que ver con estructuras empresariales y de negocios. El grupo gobernante, al igual que el calderonismo, no logra asimilar que el enfrentamiento con la delincuencia organizada tienen que concebirse como una batalla multidimensional e interinstitucional. El narcotráfico en particular y la delincuencia organizada en general, están imbricados a las estructuras del régimen político y a las redes que entrelazan la hegemonía económica. En tanto el licenciado Peña y séquito no entiendan esto seguirán caminando en arenas movedizas. En realidad, es inimaginable que quienes cobijan a la delincuencia organizada, en los distintos niveles de gobierno, se pudieran dar un disparo en el pie.

2. ¿El general Cienfuegos habla avalado por Peña? Por si algo faltara en nuestro complejo escenario nacional, y si no hubiesen pruebas suficientes de la ineptitud gubernamental, el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, ha venido emitiendo un conjunto de declaraciones altamente preocupantes y lesivas para el espíritu garantista plasmado en la Constitución. Sí, porque decir, como expresó el dirigente castrense, que los miembros de la delincuencia organizada son «apátridas» y «desadaptados», y que no se debe permitir a esos «cobardes criminales» se «mezclen entre nosotros», subraya, sin equívocos, que estamos en presencia de una subordinación del poder militar sobre el civil. Por supuesto, no deberíamos ser ingenuos, el texto leído por Cienfuegos debió haber pasado por los escritorios de Los Pinos, y si esto no sucedió, el panorama es más que grave.

3. ¿Hay suspensión de garantías en el país? Como se sabe, la restricción de las libertades de tránsito y de manifestación no pueden estar sujetas al estado de ánimo de ninguna autoridad. Sin embargo, desde la administración calderoniana y en lo que va de la peñista, la restricción a las libertadas ciudadanas se han agudizado notablemente, desde los retenes y dispositivos para detener por «sospecha» en estados y municipios donde arriban las fuerzas federales y militares, hasta la subordinación de las autoridades civiles a las militares, tal como ha sucedido ahora en Jalisco, dónde un general estará al frente de la llamada «operación Jalisco». Signos preocupantes y nada promisorios.

Epílogo. La ecuación del Gobierno no tiene futuro. Enfrentar a la delincuencia organizada únicamente con medidas reactivas es seguir caminando en arenas movedizas.

pedropenaloza@yahoo.com / Twitter: @pedro_penaloz

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