LIGA BBVA/MX, COMENTARIO OBLIGADO
LIGA BBVA/MX, COMENTARIO OBLIGADO
La otra versión:
Por René Sánchez
García.
La
noticia que corrió como pólvora a nivel nacional e internacional, fue lo
sucedido el sábado pasado en el Estadio de Futbol “La Corregidora”, en el
momento en que los equipos de Atlas de Guadalajara y los Gallos Blancos de
Querétaro, disputaban en los primeros minutos del segundo tiempo,
correspondiente a la jornada 10 de la Liga BBVA/MX, de la primera división del
futbol mexicano. Básicamente se trató de una bronca o pelea campal entre los
grupos pertenecientes a las barras de animación o porras de los dos equipos
señalados.
El resultado de esta emoción
futbolera, que muchos otros señalan también como una pasión deportiva, fue la
de más 30 personas lesionadas por golpes y con heridas producidas por objetos
punzocortantes. Se habla de que varias de estas personas se encuentran en
delicado estado de salud, pero también en los medios no oficiales de
comunicación se habla de la existencia de fallecidos y muchos también
desaparecidos. De inmediato por parte de las autoridades se abrió la
investigación respectiva y en menos de 24 horas ya se tienen detenidos por
sospecha.
El tema de los enfrentamientos
entre las barras no es nuevo en México y en el mundo, hasta en los países
europeos de primer orden han sucedido este tipo de confrontaciones que ponen en
riesgo la integridad o vida de los asistentes que pagan por un rato de
diversión sana de tipo familiar. Lo que pasa es los propietarios de los equipos
no le han dado la debida importancia a este problema. Mucho menos la Liga
Mexicana de Futbol ha obligado a los dueños a que se cumpla debidamente con los
reglamentos oficiales en materia de seguridad. Y las autoridades municipales y
estatales de las sedes no han prestado la atención debida.
Desde mi punto de vista, ni el
futbol mexicano está de luto, ni tampoco el Estadio de “La Corregidora” tiene
culpabilidad. Debemos recordar que el futbol mexicano es una empresa en la que
dueños o socios exigen ganancias económicas y somos precisamente nosotros los
aficionados de dicho deporte quienes la sostenemos con nuestra pasión. Los
grupos o barras que animan a todos y cada uno de los equipos de la Liga MX, son
parte de la estructura de dicho negocio. Los dueños les otorgan dinero, boletos
y transporte por animar, pero también constituyen una especie de cuerpo de
seguridad barata a la hora de la llegada y salida de los equipos a dichos
estadios deportivos.
El suceso del estadio de “La
Corregidora” puso al descubierto varias cuestiones que pasan al interior del
futbol mexicano, que quizá nosotros los aficionados por la pasión ciega no lo
sabíamos. Es ahora el momento de estar muy atentos a los acuerdos que se tomen
entre ellos y las autoridades. Pero sobretodo ver que se cumplan debidamente.
Este negocio no desaparecerá jamás, pero los aficionados tenemos la oportunidad
de decidir correctamente si ponemos en peligro de exponer nuestra vida y de los
nuestros en los estadios o ver los partidos en la comodidad de nuestros
hogares.
sagare32@outlook.com