Lorenzo Portilla, corrupción por impunidad
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
¡Al arranque del sexenio de Duarte ORFIS le entregó 6 mil millones de pesos!
En Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, titular del Órgano Superior de Fiscalización, ORFIS, se esconde todo un entramado para inclinar la balanza gubernamental en favor de Miguel Angel Yunes Márquez.
A través de la amenaza y apoyado por el ex Contralor General de Veracruz, Ricardo García Guzmán, dueño de los expedientes que archivan las transas de los ex alcaldes y funcionarios venales, el títere del mini gobierno, cambia votos por impunidad.
La Auditoría Superior de la Federación, ASF, que está por encima de ORFIS, ha descubierto sin embargo, “Empresas Fachada” de despachos contables inexistentes que maquillan el dinero desviado, mismas que habrán de poner en serio predicamento a Lorenzo Portilla, quien ha hecho de la institución la cueva de Alí Baba.
Asimismo tiene el nombre del “Hombre del Veliz” que maneja el dinero de ORFIS.
Ya el propio columnista Armando Ortiz y el diario El Universal de la ciudad de México, dan cuenta que Portilla Vázquez habría recibido 20 millones de pesos por quedarse callado.
Asimismo se le señala de haber conocido desde 2014 “las muchas irregularidades que se dieron durante el sexenio de Javier Duarte. Portilla firmó documentos en los que se comprometía ante la ASF a dar seguimiento íntegro de los fondos donde se había cometido desfalco, pero no lo hizo ¿Por qué?”.
A cuestionamiento habría que agregar ¿Por qué, una vez que Duarte está en la cárcel, entonces sí, denuncia raterías sin fin?
“Al correo del portal de Armando Ortiz, Libertad Bajo Palabra, llegaron documentos que nos pueden dar la respuesta. Al parecer Lorenzo Antonio Portilla recibió de parte de la SEFIPLAN 20 millones de pesos en cuatro ministraciones -2012, 2013 y 2014- para encubrir al gobierno de Javier Duarte…”
Ello, sin embargo, es solo la punta del iceberg.
Evoquemos.
Como el Rey Midas, pero del mundo bizarro, todo lo que tocaba Javier Duarte lo convertía en mierda.
Eso hizo con ORFIS, un elefante blanco que nunca debió ir más allá de la modesta área de “Glosa” del Congreso, pero que gracias a su insano empeño por legalizar la transa en 2004 se crea la institución, un organismo fachada para ocultar irregularidades financieras que hoy alcanzan los 36 mil 761 millones de pesos.
Esta es la historia:
Mauricio Audirac, hoy en Pacho Viejo por dos que tres detallitos de varios miles de millones de pesos esfumados, ofrenda en 2010 a Duarte seis mil millones de pesos para conservar el cargo.
Era dinero conseguido por la vía de la recuperación de recursos desviados por los municipios.
Era un tanque de oxígeno para una administración saqueada y era, o más bien fue el salvoconducto de supervivencia para Audirac al frente del ORFIS, al menos con vigencia a mediados de julio del 2012.
Después, ante su afán reeleccionista fue descobijado por quien la quería y peleó, Iván López Fernández, quien entrega al jefe Duarte un expediente en donde le resucita parte de su historia negra ligada a diputados locales de dudosa transparencia en la rendición de cuentas.
Por ello de Audirac, se dice con certeza, favorecía a despachos contables con las auditorías públicas, gestionadas por Lorenzo Portilla para favorecer a los ayuntamientos y en corto se arreglaba con los ediles al tiempo que salpicaba a los diputados del Congreso del Estado.
El punto es que Audirac no alcanzó reelección y su principal opositor Iván López Fernández tampoco la ganó para sí porque en esos días apoyó al PRD de Emiliano Zapata para dar tremendo zancadillazo a una dama aspirante a alcaldesa, Shariffe Osman, protegida de Javier.
A Iván, sin embargo, le es permitido imponer al sucesor, a Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, de siempre un administrador de bajo perfil muy manejable amén de estar ligado a despachos contables donde se hace el tamal con los ayuntamientos, solapador de las cuentas públicas anuales de los municipios y aliado de diputados venales.
Así Portilla habría tejido su imperio sustentado en la trampa.
Hoy la actitud silenciosa y licenciosa del titular del ORFIS, es el reflejo de la terrible corrupción que trasladó al mandato d Miguel Angel Yunes Linares a quien, al igual que con Duarte, puso a disposición el garrote de votos o cárcel para ex alcaldes que no pacten en favor de los azules.
La Auditoría Superior de la Federación y la PGR, sin embargo, ya descubrieron el hilo de la hebra, así como el entramado político electoral que Portilla está tejiendo en favor del hijo del gobernador.
En breve habrán de revisarle las cuentas a ORFIS, de Audirac para acá. Obligado –ha dicho la ASF- a dar cuenta en tiempo y forma de las rapacerías del pasado.
¿Qué sucedió del 2008 al 2010 cuando se registró un desfalco de casi 3 mil millones de pesos al erario y el 90 por ciento de los ediles y funcionarios de confianza involucrados se pelaron? ¿Por qué en este 2018 da a conocer un documento parcial de denuncia del 2014?
Y obligado revisar las cuentas municipales y la estatal 2010-2016 en donde se cumplió solo con la mapachería electoral dejando colgado de la brocha y con adeudos millonarios a los 212 municipios tras la bursatilización.
Eso es realmente lo importante y no las ridiculeces de Lorenzo quien “revela” que la investigación periodística de un medio nacional fue lo que “me llevó a revisar las cuentas públicas de los años 2012 a 2014 y detectar irregularidades en la constitución de empresas que recibieron más de 900 millones de pesos por contratos de gobierno”.
¡Vaya aparente candidez al esconder sus transas y solo ver la piedra en el ojo ajeno!
A Lorenzo no le queda hacerse el lorenzo.
Son muchos los miles de millones desviados, así como su complicidad manifiesta en favor de los azules como para que en la víspera del cambio gubernamental Lorenzo Antonio Portilla quede como el héroe de la recaudación electoral y del dinero ilícito.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo