Crónica Coatepecana

Los Milagros y el Patrimonio Histórico

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CRÓNICA COATEPECANA

Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

jesus_bonilla1@hotmail.com

 

El domingo 2 de septiembre tuve la oportunidad de atender a un entusiasta grupo de Boy Scouts que me solicitaron les diera una guiada por el devenir histórico de la ciudad de Coatepec. Recorrido que inició en el templo parroquial como referente de la refundación de la ciudad en 1702 –no hay que olvidar que el Pueblo de Indios se fundó 1560 y fue ratificado en el año de 1600-, acto seguido fuimos recorriendo los diversos edificios históricos con base en un orden cronológico, hasta que le tocó su turno a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Lugar donde le fue explicado a la concurrencia todos los antecedentes y avatares para llevar a cabo la construcción del edificio.

En dicho recinto religioso es materia obligada la disertación sobre el culto al Santo Niño de Atocha, en cuanto a su llegada y el establecimiento de su devoción que duró más de un siglo, culto cuya característica distintiva fue el desarrollo de fastuosas festividades y muestras de profunda fe por parte de la feligresía de la región. En eso estábamos cuando un servidor con gran aprecio hacia el patrimonio histórico y respeto hacia las manifestaciones del culto popular, invité a los visitantes admiraran la sagrada imagen y la diversidad de milagros en plata que conforman un importante acervo, cual evidencias materiales de pasadas época de bonanza en materia agrícola, ganadera e industrial. Con gran sorpresa descubrimos que la imagen del Santo Niño no conserva un solo milagro, situación que nos llevó a preguntar a una de las señoras encargadas, el motivo por el cual ya no conservaba los exvotos la imagen, y su respuesta fue la siguiente ¡El padre ordenó que se le quitaran y el padre manda aquí! De que manda en ese espacio el padre no cabe duda y a todos nos queda claro que tiene a su cargo la iglesia, más no es el dueño, y por tanto es responsable de los bienes que integran dicho recinto católico, ante la Curia Diocesana y las propias autoridades federales por ser un bien patrimonial histórico.

Los milagros que tenía la imagen del Niño de Atocha, en su mayoría eran de plata y corresponden a representaciones de animales domésticos, animalitos de carga, ganado, monedas de plata de las denominadas 0720, representaciones antropomorfas, vagones de ferrocarril cargados de naranjas, casitas miniatura, imágenes de naranjas y granos de café, entre otras representaciones. Esperemos que los milagritos sólo hayan sido retirados para cambiarles el soporte en el que se encontraban insertos, pero en caso contrario si la decisión es el de quitarlos definitivamente, nos lleva a solicitar de la manera más atenta desde esta humilde colaboración, nos unamos para pedir a la persona encargada vuelvan a colocar las reliquias, toda vez que son referentes históricos no sólo del culto al Santo Niño de Atocha, sino de una época en que las necesidades y aflicciones tanto en materia de salud como económicas motivaron a la feligresía el acudir a la ayuda divina, y es en ese punto donde los exvotos de plata y oro adquieren una importancia socio-cultura, toda vez que son evidencias de prácticas inmersas en el culto popular y su interacción en contextos propios del culto oficial.

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