Nieves, paletas y helados en Coatepec, Veracruz
Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
jesus_bonilla1@hotmail.com
(Cuarta y última parte)
Las nieves y paletas que se expendían en el Cine Imperial, gozaron también de reconocimiento entre la población coatepecana y hasta ese lugar llegó don Carlos Hernández a trabajar con don Antonio dueño del negocio. El señor Carlos Hernández era originario de la ciudad de Naolinco y migró a la ciudad de Coatepec acompañado de su familia, su intención era establecerse y probar suerte como empleado, objetivo que logró al integrarse en calidad de ayudante en el Cine Imperial, sitió donde aprendió las selectas recetas para preparar las exquisitas nieves de aquel entonces, conocimientos que a su vez heredó a sus hijos.
Uno de los hijos de don Carlos Hernández fue Ruperto, quien continuó el oficio de su padre, quizá muchos habitantes de la ciudad no le recuerden por su nombre pero si por el apodo de “El Calidra”, personaje coatepecano que se ganó el reconocimiento de varias generaciones por sus exquisitas y famosas nieves. Tradición que continuaron a su vez sus descendientes, entre los que podemos mencionar a Beatriz Hernández Peña quien actualmente mantiene el negocio en la ciudad de Coatepec, así como el buen amigo Rafael Hernández quien migró a la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Localidad donde estableció su negocio de nieves con el nombre de “Nieves Calidra”, denominación que no logró posicionar y que cuando le cambió a “Nieves Artesanales de Coatepec” vino automáticamente el anhelado éxito de sus productos en el vecino estado del Norte.
Una de las anécdotas que causaban mucha risa en aquel entonces, en relación a las nieves de don Ruperto, era la confusión generada entre los visitantes que llegaban a Coatepec, quienes atraídos por la gastronomía local, el café y los vinos entre otros productos, preguntaban ¿Cuáles eran las nieves más exquisitas de la ciudad?, y cuando les respondían ¡las de “El Calidra”!, inmediatamente ponían cara de asombro y volvían a preguntar ¿Aquí hacen nieves de cal?
No podemos negar que las nieves y paletas elaboradas por numerosas generaciones de comerciantes coatepecanos, nunca han perdido su reconocimiento, a pesar de la venta de helados en casas particulares, o la introducción de nuevos productos comerciales de grandes empresas foráneas, que en la realidad no pueden competir con la calidad ni la diversidad de sabores que sólo otorga la experiencia alcanzada por décadas de trabajo y los secretos familiares transmitidos de generación en generación.