Especial

¿Primavera?

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 Norma Carretero Rojano

 

 

Una de las primaveras que más guarda mi memoria, lo fue cuando estudiaba segundo año de primaria en la escuela Morelos de Coatepec, ésta ubicada en la calle de Zamora. Desde Aquellos años ya me caracterizaba por ser una romántica empedernida, la llegada de la primavera me llenaba de mucha alegría y despertaba en mí, sentimientos de alegría y gran gozo. Para adornar los salones se nos pedía a los alumnos llevar monografías con motivos de esta hermosa época del año, llenas de colorido y que hasta la fecha existen sin haber cambiado los dibujos de las mismas. A mí, de manera personal, ignoro porque me impactaba tanto, pero su colorido y alegría reflejada en los niños jugando en los jardines, las mariposas multicolores volando y los campos verdes que traen impresos me llenaban el alma. Los salones de clases se llenaban de flores de papel, pasto y otros motivos similares resaltando el fin del invierno. Las tardes en Coatepec eran hermosas, llenas sol; por las tardes una podía salir a andar en bicicleta, brincar la cuerda o jugar al avión, ir al cerro de las Culebras, y ya regresar entrada la noche.

            Es un hecho que el clima a nivel mundial ha cambiado radicalmente, actualmente una puede vivir en un solo día dos o tres estaciones del año; considero que los ecosistemas del mundo ya no son autopoiéticos y se ha roto el equilibrio climático, las cadenas alimenticias de igual manera. En lo que va de este año, bueno, de hecho, el fin de año dos mil catorce fue de intensas lluvias, e incluso el día veinticuatro de diciembre se presentó con chubascos considerables por lo menos en cinco estados del centro de la república. Si bien es cierto que la falta de previsión y la pérdida del asombro han sido factores determinantes para generar el calentamiento global, motivo de estos desajustes climáticos, no es menos cierto que no todo se debe únicamente a esto.

            Como muchas personas, por muchos años, fui de la idea que tan solo el hecho de no habernos preocupado por cuidar nuestro planeta, había sido el causante de dicho calentamiento, sin embargo, tuve la oportunidad de visitar la Patagonia, la parte más austral del planeta (polo sur), allá donde una se maravilla de la naturaleza y donde se pueden apreciar toneladas de hielo convertidas en sus famosos glaciares. La llegada al Calafate fue impactante, pues había un aironazo muy fuerte, donde era necesario detenerse de algo; los días trascurrieron en aquel lugar mágico y me pude percatar que en un solo día por la mañana hacia calor como si estuviéramos en primavera, a las pocas horas cesaba el calor y empezaban los vientos del sur como si estuviéramos en otoño y por las tardes caía nieve. La experiencia sobre el glaciar Perito Moreno fue muy enriquecedora, pues ahí se nos explicó de manera detallada a los turistas el porqué de estos cambios climáticos en un solo día y la explicación fue simple: Todo esto que vivimos en la actualidad es parte de la evolución del planeta, pero nosotros, contaminándolo a través de desechos tóxicos, uso indebido de aerosoles, caza de animales y tala de árboles indiscriminada, entre muchos otros factores, aceleramos esta evolución. En otras palabras, esto pasaría de todos modos, como dije antes, como parte de la evolución de nuestro planeta, pero con la contaminación aceleramos dicho fenómeno. Esto no quiere decir de ninguna manera que el problema no existe y que ya no hay nada que hacer, al contrario, es más que momento para hacer conciencia y empezar o seguir respetando nuestros ecosistemas; respetar desde la vida de los insectos, pues forman partes de una cadena alimenticia y que si acabamos con estos diminutos animalitos rompemos el equilibrio de la naturaleza.

“Respetar la naturaleza es respetarnos a nosotros mismos”, Norma C.R. Abogada laboralista y administradora de empresas turísticas, (1965-   ).

 

 

E-mail: normacarreterorojano@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

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