¿Qué pasará con Morena?
¿Qué pasará con Morena?
Por Daniel Badillo
De pronóstico
reservado, sin duda, el proceso interno de Morena para elegir a quien será su
nuevo dirigente nacional, a partir de la encuesta que llevará a cabo el
Instituto Nacional Electoral. Hasta ahora, dicho proceso ha trascendido más por
el penoso enfrentamiento entre quienes apoyan a Mario Delgado y quienes dan su
respaldo a Porfirio Muñoz Ledo. Y pregunto qué pasará con Morena, porque son
graves las acusaciones realizadas por Muñoz Ledo no sólo contra Delgado sino
también contra el canciller Marcelo Ebrard, a quienes acusa de invertir fuertes
sumas de dinero en la contienda interna; incluso, Muñoz Ledo advirtió que de
ganar Delgado la dirigencia, Ebrard sería el presidente de la República “de
facto”.
Con lo
accidentado de su proceso interno, Morena se observa deshilvanado, sin orden
interno y dividido en tribus y grupos, como ocurre en Veracruz, jalando cada
quien por su lado, lo que resta fortaleza al partido y al proyecto de
transformación iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha
dicho repetidas veces que una cosa es el gobierno y otra es el partido, por lo
que no intervendrá en el proceso de elección de la nueva dirigencia, ni en las
decisiones al interior de Morena.
Y es que
derivado de la pandemia del Covid-19, la renovación de los cuadros directivos
del partido en el poder se tuvo que modificar pues originalmente se iban a
elegir mediante asambleas, por lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación dispuso como método electivo la encuesta; lo que atrasó más
los cambios en la dirigencia nacional que detenta interinamente el diputado
Alfonso Ramírez Cuéllar.
Cabe decir que,
al menos en Veracruz, los demás partidos políticos van adelantados en cuanto a
la renovación de sus cuadros directivos a nivel municipal como es el caso del
PRD y el PRI; éste último realizó, incluso, el nombramiento de nuevos
liderazgos desde los comités seccionales, lo que nunca había ocurrido; en el
caso de Morena, una vez que se sepa quiénes serán los nuevos dirigentes
nacionales, deberá hacer lo propio a nivel estatal y municipal.
Es de llamar la
atención que quienes aspiran a la dirigencia estatal de Morena son
mayoritariamente hombres, y no se observa, hasta ahora, que alguna mujer pueda
ocupar dicho espacio; y desafortunadamente al igual que en el proceso nacional,
en Veracruz empiezan a lanzarse ataques entre los contendientes, como es el
caso de Esteban Ramírez Zepeta, a quien señalan de utilizar recursos públicos
para promoverse como candidato a la dirigencia estatal, por lo que Movimiento
Ciudadano pidió ya al Organismo Público Local Electoral vigilar los gastos del
ex funcionario estatal.
Mientras tanto,
el daño ya está hecho: las acusaciones y descalificaciones de Muñoz Ledo hacia
Mario Delgado –por lo delicado que resultan- han provocado fisuras que serán
difíciles de restañar independientemente de quien gane, pues el propio Muñoz
Ledo adelantó que si él resulta ganador expulsará de Morena a Marcelo Ebrard,
lo que al mismo tiempo supone un golpe al presidente López Obrador, pues el
canciller forma parte del equipo cercano del mandatario federal.
La pregunta es:
¿y si fuera Delgado el nuevo dirigente morenista, qué acciones tomará Muñoz
Ledo? ¿Abandonará Morena o se sumará al liderazgo de los nuevos dirigentes?; de
igual manera es oportuno cuestionar: ¿y de ganar Muñoz Ledo, reconocerá Mario
Delgado los resultados de la encuesta?; y en otro escenario posible, ¿qué
sucedería si ninguno de los dos resulta ganador, y por el contrario es Yeidckol
Polevnsky la triunfadora? Veremos en qué termina todo esto.