La Otra Versión

Recuerda no olvidarlos

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René Sánchez García.

 

La catrina al muerto se va a llevar, pero en la fiesta se va quedar. El muerto al pozo y el vivo al gozo. El muerto al hoyo y el vivo al pollo. El muerto a la sepultura y el vivo a la travesura. No andaba muerto, andaba de parranda. El que por su boca muere hasta la muerte le sabe. La muerte no anda en burro. A mí las calaveras me pelan los dientes. El que por su gusto muere que lo entierren parado. De limpios y tragones están llenos los panteones. De gordos y tragones están llenos los panteones. Cayendo el muerto, soltando el llanto. El que por tragón se petatea, hasta el pan de muerte se lleva. Quiero morir cuando más vivo esté. Sobre el muerto las coronas, pero bien frías. Ya estás como la viuda, llora y llora para no dar café. El muerto y el arrimado a los tres días apestan. Matrimonio y mortaja del cielo bajan. Te haces como la mamá del muerto, haces que lloras para no dar café. Buen amor y buena muerte, no se hacen por suerte. Después del niño ahogado, tapan el pozo. De este mundo matraca de morir nadie se salva. Hay que vivir sonriendo, para morir contentos. Lo que mata no es la muerte, sino la mala suerte. Cuando naces lloras y el mundo ríe, vive de tal manera que cuando mueras rías y el mundo te llore. Entre flores nos reciben y entre flores nos despiden. Es bueno saber quiénes fuimos para entender quiénes somos.

“La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida. El mexicano no solamente postula intrascendencia del morir, sino la de vivir. Nuestras canciones, refranes y reflexiones populares manifiestan de una manera inequívoca que la muerte no nos asusta porque “la vida nos ha curado de espanto”. Morir es natural y hasta deseable; cuanto más pronto mejor. Nuestra indiferencia ante la muerte es la otra cara de nuestra indiferencia ante la vida. Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena, carece de valor. Y es natural que así ocurra: vida y muerte son inseparables y cada vez que la primera pierde significación, la segunda se vuelve intrascendente. La muerte mexicana es el espejo de la vida de los mexicanos. Ante ambas el mexicano se cierra, las ignora”. (Octavio Paz, 1984, p.52). Celebremos todos, estas verdaderas fiestas de la vida.

sagare32@outlook.com

 

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