Sociedad civil dialogante y activa

Linda Rubí Martínez

Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. La apertura política de los ciudadanos es una actitud clave para el desarrollo de la democracia participativa, la cual unida al colaboracionismo de la acción pública anónima con los diversos niveles de gobierno, arroja un escenario deseable en el que no sólo quienes detentan el poder son los autorizados para determinar el bien común, sino precisamente los directamente involucrados. Esta nueva forma de hacer política es una tendencia internacional, en la que las diferentes esferas deben permitirse el diálogo para así mejorar los sistemas de servicios de los ciudadanos.

Hoy en día se deben promover iniciativas entre quienes encabezan el poder oficial, es decir, el gobierno, y un sector cuyo poder ha marcado el rumbo de nuestro país desde hace décadas; la generación que no se contenta con el mundo tal cual es, sino que busca construirlo tal y como debería ser: con justicia e igualdad de oportunidad para todos. Son los jóvenes quienes buscan escenarios que favorezcan sus actividades productivas, profesionales, políticas, pero que a la vez los inspiren a una mejor vida para sí mismos.

Nuestros candidatos actuales deben  mirar hacia el apoyo de este sector, sobre todo porque es el que más herramientas requiere para el futuro que se nos aproxima. Yo invito a los distintos actores políticos a que busquen el diálogo con la gente, porque sólo la comunicación bidireccional efectiva es la que permite que pueblo y gobierno puedan trabajar de manera eficiente. Ya no estamos en los tiempos en que el presidencialismo y el asistencialismo estaban a la orden del día, pues hoy en día es el momento cuando los individuos también quieren hacer las cosas por sí mismos, colaborando mutuamente por proyectos comunes.

Es importante la participación de la ciudadanía. No hay que esperar tampoco a que los políticos nos resuelvan la vida. Mejor colaboremos en sinergia para que los resultados sean más contundentes y palpables.

Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.